La derrota del Zaragoza en Mallorca permite afrontar el partido con un margen de nueve puntos reales sobre la zona de descenso
La oportunidad de culminar el objetivo y reforzar el proyecto
El conjunto blanquiazul busca cuanto antes el triunfo que virtualmente le garantice la permanencia y que devuelva la tranquilidad a Anoeta tras la petición de dimisión de Montanier ante el Betis. Lotina llega con un Villarreal que ha vivido una temporada muy difícil.
REAL SOCIEDAD - VILLARREAL
Joseba ITURRIA
La Real quiere conseguir este mediodía ante el Villarreal la victoria que permita garantizar con 42 puntos la permanencia, ya que le permitiría aventajar en once y el average al Zaragoza y al Sporting cuando solo queden doce por disputarse.
Pero no solo está en juego la permanencia hoy. Seguramente al final de temporada serán suficientes los 39 puntos que tiene ahora la Real para conseguirla. El objetivo además es despedir este año de transición con buenas sensaciones y reforzar el proyecto con victorias y un buen juego que permitan que el ambiente de Anoeta se parezca más al vivido ante el Rayo, con la grada haciendo la ola en el minuto 55, que al registrado contra el Betis, con una petición de dimisión de Montanier.
Por mucho que haya un sector importante de la afición que no valore el trabajo del normando y que desee su sustitución, es muy difícil para la Real encontrar un entrenador mejor para continuar con el camino emprendido y será importante garantizar la permanencia a cuatro jornadas del final y dar continuidad a los buenos resultados y sensaciones de Anoeta, donde la Real ha sumado 16 puntos de los últimos 21.
Un solo defensa en el banquillo
Para conseguirlo se espera que Montanier presente un once muy parecido al que jugó con el Betis, con Bravo y la entrada de Demidov. Cadamuro fue el único descartado. Montanier prefirió tener solo un defensa para el banquillo, Carlos Martínez, porque confía en Elustondo como recambio de los centrales y así tiene más variantes ofensivas.
Montanier convocó a Pardo a pesar de la importancia del partido de ayer del filial. Ante el Betis quedó clara la conveniencia de tener dos medios centros en el banquillo y no ha querido que se repita el mismo problema que se le presentó por enfermedad del joven talento.
El Villarreal jugará en Anoeta agobiado por su mala temporada, pero con el punto de tranquilidad que le dio la derrota ayer del Zaragoza. Ese resultado le permite afrontar el encuentro con cinco puntos de ventaja sobre los maños, que dieron una mala imagen en Mallorca, sin capacidad de reacción ante el 1-0, y el Sporting, que sufrió muchísimo para ganar al Rayo. Marcó el 2-1 en los últimos minutos en la falta que costó la expulsión de Labaka y con nueve otro realista, Delibasic, tuvo una clarísima ocasión para lograr el empate.
Que un equipo de 75 millones de presupuesto, casi el doble del realista, llegue a Anoeta a falta de cinco jornadas con solo 36 puntos demuestra la complicación de sumar esta temporada. Porque para restar méritos a la exitosa temporada de la Real se dice que el descenso está muy barato, pero los puntos están muy caros para todos. Parecía que el nivel de la Liga había bajado, pero que tenga cinco de los ocho semifinalistas europeos, más que nunca, deja en evidencia esa sensación. y la Real está a solo seis puntos de dos de ellos a pesar del peaje pagado por la confianza dada a los jóvenes.
En la convocatoria que dio ayer Miguel Ángel Lotina destacó la vuelta de Marco Rubén, que no pudo jugar contra el Racing por una contractura en el cuadriceps derecho. Basta con repasar los nombres de los dieciocho jugadores convocados por el Villarreal para tener claro que el partido será muy difícil y para destacar el mérito de la Real para reaccionar en una situación crítica. Algo que no ha podido lograr el equipo castellonense. Joseba ITURRIA
Montanier descartó a Cadamuro y convocó a Pardo a pesar de la importancia del partido de ayer del Sanse ante el Mirandés. Se espera un once muy parecido al del último partido de Anoeta, con la entrada de Demidov y Agirretxe.
A pesar de tener un presupuesto de 75 millones, casi el doble de la Real, el submarino amarillo se encuentra al borde del precipicio sin que los dos cambios de entrenador hayan servido para alejar al equipo del descenso.
