El Ayuntamiento de Ermua afirmó a media tarde de ayer que la estructura del edificio que tuvo que ser desalojado por la mañana como consecuencia del desprendimiento de tierra de una ladera no está afectada; y que todas las familias, salvo una, iban a poder regresar ayer mismo a sus viviendas.

Este desprendimiento, ocurrido en la calle Sakona, se produjo a las 7.00, y, aunque no se registraron daños personales, se tuvo que desalojar un edificio de viviendas. Ademas, una veintena de vehículos que estaban estacionados en la zona resultaron afectados.

Los técnicos comenzaron con las tareas para asegurar el talud y la seguridad de las personas horas después de que se registrara el suceso. Las máquinas consolidaron una plataforma en el vial y talud desprendido para estabilizar el material caído y poder avanzar en los trabajos.

Tras analizar los datos preliminares, el equipo de coordinación valoró que las familias desalojadas podían regresar a sus hogares, no así la vecina del primer piso, decisión que fue tomada «por precaución y de forma preventiva».

Aunque el Ayuntamiento ofreció realojar a esta familia, esta rehusó el ofrecimiento porque prefirió trasladarse a casa de unos familiares. Fuentes municipales indicaron que, si se precipitase algún elemento más podría rebotar o deslizarse hacia la vivienda, lo que «sería un riesgo que se pretende evitar».

Las mismas fuentes indicaron que se siguen analizando las causas de lo ocurrido, pero que todo apunta a las «abundantes precipitaciones» de la última semana. Por su parte, la Ertzaintza y Policía Municipal mantuvieron un retén durante todo el día y la noche.