Los técnicos municipales del Ayuntamiento de Ermua, encargados de solventar los problemas derivados del desprendimiento de tierra acontecido este sábado en la calle Sakona de la citada localidad vizcaina, trabajaron durante el día de ayer para acondicionar la zona afectada por el derrumbe, ya que la previsión meteorológica anuncia nuevas precipitaciones en forma de lluvia durante las próximas jornadas.

Según explicó el jefe de obra, David Henares, en declaraciones a Radio Euskadi, las citadas precipitaciones, anunciadas por las diferentes agencias meteorológicas, aumentan el riesgo de que se produzcan nuevos desprendimientos. Por ello, las autoridades del municipio han decidido mejorar las condiciones de la zona afectada por el derrumbe de piedras.

Tal como explicó Henares ante los micrófonos del ente público, desde que tuvieron constancia del suceso, el personal encargado de responder a los problemas creados por dicho derrumbe ha trabajado para asegurar las tierras cercanas a la vivienda afectada, que fue desalojada por precaución.

Además, el jefe de obra señaló que durante los últimos días el personal municipal congregado en la calle Sakona ha puesto en marcha una nueva plataforma de seguridad con la que responder a futuros desprendimientos. Una medida diseñada para garantizar la integridad física de los vecinos de la zona, que este fin de semana fueron testigos de cómo la montaña cedía ante las persistentes precipitaciones de los últimos días. A este respecto, el encargado de obra confirmó que el bloque de viviendas afectado por el derrumbe no ha sufrido daños estructurales, por lo que no corre peligro la integridad del mismo.

Es más, en opinión del técnico ermuarra, la situación derivada del desprendimiento «no es tan complicada, ni tan compleja» como se esperaba en un primer momento, cuando los vecinos de la zona vieron desde sus ventanas cómo el barro y las piedras desprendidas de la montaña sepultaban una veintena de vehículos.