No cabe duda de que el emprendizaje se ha consolidado como una realidad, también en momentos de crisis económica como la actual. A pesar del vértigo inicial, muchas personas han decidido tirarse a la piscina ante la insostenible situación de desempleo. Concretamente entre las mujeres, la opción de constituir un negocio es cada vez más habitual. Un estudio realizado por la Business School de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) muestra que el 30,8% de las empresas constituidas desde 2008 han sido creadas por mujeres.

Además, un informe del Consejo Superior de las Cámaras de Comercio afirma que los negocios constituidos por mujeres aguantan mejor la crisis. El índice de fracaso de las empresas concebidas por mujeres es de un 30%, cuando se calcula que el 70% de las pymes fracasa en los cinco primeros años. Así, las mujeres solo representan el 16% de la pérdida total de autónomos.

Sara Werner, una emprendedora de Barcelona, también apostó por tomar un camino que se alejara de lo convencional. Así surgió Nosotras.com, una revista online dirigida al mercado femenino. Werner acudió la pasada semana a la Universidad de Deusto, en Donostia, para narrar su experiencia dentro de la jornada mensual Iniciador-Donostia. Allí explicó que actualmente este medio virtual cuenta con 300.000 seguidores en Twitter y cerca de 4 millones de páginas vistas al mes.

Las ideas claras

Desde su experiencia, Werner afirmó que todavía hoy existe cierto miedo a emprender el camino a solas. «Hay una tendencia al trabajo seguro», apuntó. Añadió que la inseguridad en estos tiempos de crisis hace que mucha gente no entienda a aquellos que apuestan por el emprendizaje. Por ello considera que es imprescindible quitarse el miedo y tener las cosas muy claras.

En este sentido, Werner detalló una serie de pautas a seguir, que si bien ella las dirigió al mercado femenino, pueden extrapolarse a otros sectores, tanto offline como online. En primer lugar, destacó la importancia de que el cliente se identifique con la empresa o marca. Para ello, explicó que segmentar es necesario, ya que la manera en que se presenta el producto atrae a un tipo de cliente u otro. Así, incidió en que hay que descartar la idea de «querer abarcar todo». Werner puso un ejemplo muy sencillo, el de los supermercados. Explicó que aunque la mayoría de los supermercados ofrecen los mismos productos, no es la misma clientela la que acude a uno o a otro. Es decir, que cada centro tiene un perfil de cliente.

Compartir y opinar son otros dos principios a tomar en cuenta. Propuso que se dé a los clientes la opción de compartir sus opiniones ya que así se genera confianza entre los consumidores. Además, concretó que el 56% del contenido de las redes sociales lo generan las mujeres, por lo que recalcó la importancia de ofrecer esta opción sobre todo en los productos dirigidos al mercado femenino.

«Pensamos en una marca, sentirse una marca es importante», afirmó Sara Werner. Por ello, sostuvo que para que el cliente se identifique con la empresa hay que trabajar mucho la creación de una marca. Asimismo, incidió en facilitar las cosas al cliente, tanto en las compras online como offline. En definitiva que el emprendedor tenga las ideas claras y que las aplique de igual modo en el día a día.