César Manzanos Bilbao Doctor en Sociología
Juicio D3M: la porra más fácil
Si politizan este juicio, tendrán que atenerse a las consecuencias y, me temo que en estos momentos serán nefastas para las aspiraciones de los partidos nacionalistas españolesDos hipótesis sobre la sentencia final de este juicio el próximo lunes en Madrid. Pensar en este juicio no es como hacer una quiniela, solo caben dos resultados: ganar o perder, sin empate posible. El resultado es predecible aun cuando desde el punto de vista de su visibilidad no lo parezca.
La decisión es fácil tanto para los políticos del Gobierno como para los jueces a su servicio a la hora de absolver o sentenciar a quienes, convencidos de que la Ley de Partidos violaba el derecho a voto, apoyaron esta candidatura.
Una primera y superficial hipótesis, a simple vista, parece la más verosímil. A las puertas de las elecciones autonómicas y con un Gobierno Vasco cuya composición política y control de la administración autonómica emanó del resultado de esa prohibición y, cuando tanto las prospecciones como los resultados de las recientes elecciones municipales y estatales apuntan hacia un viraje de 180 grados en los resultados, parece que los partidos nacionalistas españoles en el País Vasco tendrían interés en un fallo condenatorio. La total absolución sería deslegitimar aún más su deteriorada imagen, en vísperas de elecciones autonómicas, menoscabando y mermando su futuro apoyo en el mercado electoral vasco. Por lo tanto necesitarían una sentencia condenatoria aunque sea disfrazada con absoluciones y condenas simbólicas selectivas. Aparentemente necesitarían condenar para ganar, pero me temo que teniendo en cuenta la segunda hipótesis condenando, saben que pierden.
La segunda hipótesis tiene en cuenta la anterior y supone que quienes hoy detentan el Gobierno autonómico en el País Vasco saben también que el efecto de hacer visible una decisión judicial condenatoria no sería sino protagonizar una huida hacia adelante y un hecho contrario a sus intereses. El no reconocimiento de su despropósito en aquel momento sacrifica sus propios objetivos prioritarios ahora. Necesitan frenar la tendencia al incremento del voto nacionalista vasco y saben que una sentencia condenatoria se traducirá directamente en el incremento del voto a las opciones censuradas en su momento. Por lo tanto, si no absuelven, literalmente la cagan, sin duda pierden el partido y, aunque parezca paradójico, en el fondo necesitarán una absolución para poder ganar.
Posiblemente tengan ya su decisión tomada porque, si realmente la dejan en manos única y exclusivamente de los jueces, la absolución, desde la lógica del derecho garantista, es impepinable. Sus intereses, para no salir perdiendo, en este caso, coincidentes con la lógica que habría de funcionar en una sociedad democrática: independencia del poder judicial y garantías procesales.
Si politizan este juicio, pervirtiendo estos principios, tal y como ya lo han hecho en muchas otras ocasiones, tendrán que atenerse a las consecuencias, y me temo que en estos momentos serán nefastas para las aspiraciones de los partidos nacionalistas españoles. Penosos políticos si no caen en la cuenta de que todo lo que decidas sin previsión de sus consecuencias a largo plazo, se vuelve contra ti.