El PNV decide cerrar la puerta de Bizkaia a los residuos de Gipuzkoa
José Luis Bilbao confirma su negativa a prorrogar el convenio por el que recibían 100.000 toneladas al año. Aldutzin: «No será un obstáculo»
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
José Luis Bilbao volvió ayer a primera línea de la actualidad política utilizando para ello el convenio entre la Diputación vizcaina y el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa para el tratamiento de basuras. Los mensajes conciliadores transmitidos por los responsables forales guipuzcoanos y la llamada a la colaboración por parte de la primera fuerza de la oposición en Bizkaia de nada han servido. El PNV, con el apoyo de PP y PSE -según dejó entrever el portavoz Juan María Aburto-, no prorrogará el convenio aduciendo que Gipuzkoa no quiere construir la incineradora de Zubieta.
Bilbao realizó el esperado anuncio en una entrevista concedida a Onda Vasca. El político jeltzale estima que la postura adoptada a instancia de la mayoría de los ayuntamientos de suspender los contratos del centro de gestión de residuos de Gipuzkoa por un plazo de seis meses, mientras se evalúa la manera más adecuada de tratamiento de las basuras, es argumento suficiente para dar por concluido el convenio de colaboración a partir del 12 de junio.
Al diputado general vizcaino se le olvida la cláusula cuarta del documento, que contempla la posibilidad de prórroga para el caso en que el centro de gestión de residuos de Gipuzkoa «sufriese retrasos por razones justificadas». Bilbao interpreta que «el acto de solidaridad» de permitir el vertido de 25.000 toneladas anuales en Igorre, con un desembolso para las arcas forales guipuzcoanas de 1,6 millones de euros, llevaba aparejada la construcción de la incineradora y, como ya no se contempla, no prorrogará el convenio.
«Hicimos un gesto de solidaridad interterritorial pero, si la otra parte incumple los compromisos que ha adquirido, nosotros no estamos dispuestos a prorrogarlo», indicó.
En los previos a este anuncio, el PNV presentó el pasado jueves en las JJGG una proposición no de norma en este sentido, para la que cuenta con el apoyo entusiasta del PP. La iniciativa será debatida en la Cámara vizcaina, sirviendo tan solo de altavoz propagandístico a los jeltzales y sus socios, ya que Bilbao puntualizó que «la no prórroga no se somete a votación. Habría que someter a votación o ratificación, en su caso, la prórroga del convenio, cosa que es lo que está escrito. Si no hay prórroga , no hay propuesta de hacer».
Posteriormente, a preguntas de los periodistas, el portavoz de la Diputación vizcaina negó la posibilidad de que haya un cambio de última hora. «Ya se han producido las condiciones que hacen inviable ese cambio de posición. Ha sido el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa el que ha incumplido una de las condiciones, la puesta en marcha del centro».
Aburto manifestó que «Bizkaia no tiene que resolver las situaciones que se dan en otros territorios. No somos quiénes para juzgar lo que hace Gipuzkoa, pero en un momento fuimos solidarios para solucionar un problema y el planteamiento se ha incumplido».
Quien no tardó en expresar su «alegría» por la decisión fue el socio preferente del PNV en este asunto, el PP, aunque su portavoz en Bizkaia, Esther Martínez, lamentó que hubiese «tardado tantos meses».
La portavoz del GBB del PNV, María Eugenia Arrizabalaga, acusó a Bildu de efectuar una «gestión caótica» de los residuos y les achacó en «exclusiva» la responsabilidad de la no prórroga del convenio. No perdió la ocasión de achacar los retrasos en la ejecución de las infraestructuras previstas por la Diputación gobernada por Markel Olano en Zubieta al anterior alcalde de Donostia, Odón Elorza.
Desde las filas del PSE, Denis Itxaso exigió al PNV que retire su apoyo a la moratoria de seis meses pactada con Bildu en el acuerdo presupuestario, ya que es una postura «suicida».
Gipuzkoa continuará siendo «solidaria» con los ayuntamientos vizcainos de Ermua y Mallabia. La cuarta parte de las 22.758 toneladas vertidas en Igorre en 2011 procedían de esas dos localidades. Bizkaia dejará de recibir 1,6 millones de euros.
La Diputación de Gipuzkoa comentó ayer que no le había sorprendido el anuncio efectuado por José Luis Bilbao, teniendo en cuenta las repetidas manifestaciones en ese sentido de los responsables forales vizcainos. Lo que no pasó por alto fue la «presión» que ha tratado de ejercer la institución que preside José Luis Bilbao para tratar de condicionar la política guipuzcoana.
«No es quién para imponer criterios sobre la gestión de residuos. Los dirigentes del PNV -incidieron desde el Departamento guipuzcoano de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio- anteponen la construcción de una incineradora al objetivo de reciclar por encima del 80%». Esta «presión», a su juicio, resulta «inaceptable», especialmente cuando estiman que han cumplido todos los términos contemplados en el convenio de colaboración.
A pesar del esperado contratiempo, el diputado Juan Carlos Alduntzin aclaró que la decisión de no prórroga «no será un obstáculo para continuar con las políticas de `Residuo Cero' en Gipuzkoa. La reducción, reutilización y reciclaje son prioritarios para la Diputación de Gipuzkoa, y no los tratamientos finalistas».
Remarcó que la planificación en marcha y las políticas implementadas permitirán «sin mayor inconveniente» gestionar las basuras que se enviaban hasta Igorre. Informó a ese respecto que los vertederos del herrialde recogen ya 30.000 toneladas menos de las previstas.
La Diputación guipuzcoana pidió a la vizcaina que no realice este debate «en parámetros provincianistas ni partidistas», sino que opte por «el sentido común». A.G.