CHAMPIONS LEAGUE Partidos de vuelta de las semifinales
Los elementos se alían con el Chelsea en el Camp Nou
Los ingleses jugaron casi una hora con diez y Messi falló un penalti decisivo.
BARCELONA 2
CHELSEA 2
A.A.
El Chelsea se clasificó para la final de la Champions League tras eliminar a un Barcelona que no supo materializar en resultados su insultante superioridad en el juego. Una clasificación con tintes épicos, ya que los ingleses tuvieron que jugar con un hombre menos desde el minuto 36, por un inexplicable rodillazo de John Terry a Alexis cuando el balón se encontraba ya en el lado contrario del campo.
Uno de los problemas del Barça fue su falta de acierto. Si en el partido de ida el balance fue de 24 remates y ningún acierto, ayer hubo más de lo mismo, ya que a pesar de marcar dos goles por medio de Busquets e Iniesta, Messi volvió a quedarse sin ver puerta tras fallar un penalti cometido por Drogba sobre Cesc nada más comenzar la segunda mitad, y mandar al palo otro gran lanzamiento en el minuto 82. En ese apartado, también fue destacable la actuación del guardameta Petr Cech, al que se le contabilizaron al menos cuatro paradas cruciales, y el orden defensivo del Chelsea, que hizo frente a la expulsión de Terry colocando a Ivanovic de central, reubicando a Mikel en el lateral y retrasando aún más las posiciones de los «delanteros».
Pero, probablemente, el gran pecado de los catalanes en la eliminatoria ha sido descuidar en exceso su línea defensiva. Si es raro que el Barça meta solo dos goles en una eliminatoria como esta, lo es aún más que encaje tres tantos ante un Chelsea ultradefensivo como este. En ese sentido, el inesperado gol de Ramires al borde del descanso hizo muchísimo daño a un equipo blaugrana que se preparaba ya para retirarse a vestuarios con un 2-0 que parecía dejar en bandeja el pase a la final de Múnich. El tanto final de Torres fue la puntilla para los culés.
El Bayern de Múnich quiere hacer bueno hoy en el Santiago Bernabéu (20.45, ETB1) la ventaja obtenida ante el Real Madrid (2-1) en el partido de ida. Los bávaros, que sueñan con disputar en casa la final del próximo 19 de mayo, deberán hacer frente a un equipo blanco que llega a la cita con la moral por los aires después de dejar la Liga sentenciada el pasado sábado gracias a su triunfo ante el Barcelona por 1-2 en el Camp Nou.
Sin opciones en la Bundesliga, se puede decir que el Bayern de Jupp Heynkes se juega la temporada a una carta, confiando en sus estiletes ofensivos para jugar a la contra. Ribery y Robben, que firmaron las paces después de su encontronazo en la ida, formarán junto a Mario Gómez la temida tripleta atacante germana, mientras que lo más probable será que Schweinsteiger repita titularidad en el centro del campo tras jugar los 90 minutos en la victoria del fin de semana sobre el Werder Bremen. La otra opción sería la de Anatoli Tymoshchuk.
En el Real Madrid, que ha hecho un llamamiento especial a sus aficionados para esta noche, Mourinho repetirá su once habitual, si bien podría hacer una apuesta ofensiva con Marcelo y sin Coentrao. A.A.