Todas las previsiones indican que mañana San Prudencio hará honor a su sobrenombre. Miles de personas se darán cita en las campas de Armentia, situadas al sur de Gasteiz, para honrar un año más al «Santo Meón» que, como en otras tantas ocasiones, celebrará su día acompañado por la lluvia.

Sin embargo, antes de encomendarse al patrón del herrialde, los alaveses tienen por delante 24 horas para disfrutar de la retreta, que marca el inicio de las fiestas; de la tamborrada, incorporada al programa hace ya 37 años; y de una larga noche, que sirve como aperitivo para todas aquellas personas que esperan con impaciencia la llegada de las fiestas de La Blanca.

A este respecto, cabe señalar que los primeros indicios de fiesta se harán esperar, ya que no será hasta las 21.00 horas cuando las trompetas y los tambores, apostados en el Palacio Foral de la capital alavesa, interpreten la retreta. Una marcha, acompañada por los grupos Garikoitz & Furundarena, Folkon e Indarra Dantza Taldea, que centrará la mirada de los más tradicionales; y servirá como reclamó para los jóvenes, que tomarán las calles de Alde Zaharra en busca de un refugio donde poner buena cara al mal tiempo.

Esta toma del Casco viejo, organizada por la distribución de los bares, mostrará las diferencias latentes entre aquellos que ven San Prudencio como una festividad marcada por la expectación y la romería; y los que comprenden las fiestas patronales de Araba como una opción inmejorable para disfrutar de un noche en vela por las calles del centro de Gasteiz. Dos realidades, en ocasiones, divididas por la edad.

Pero como no todo es blanco o negro, a partir de las 2.oo, una vez finalizada la tamborrada, organizada desde 1975 por las sociedades gastronómicas de la ciudad, los bares y los cantones de Alde Zaharra acogerán a una extraña especie, reconocible por su peculiar indumentaria -ya sea de cocinero o de gala-, que fusiona las dos tendencias previamente citadas. Una mezcla que muestra que fiesta y tradición pueden caminar de la mano en citas concretas, como la de esta noche.

Tras horas de fiesta, el amanecer nuboso, tal como advierte Euskalmet, se convertirá en un punto de encuentro improvisado, donde se darán cita los madrugadores, que se encaminarán desde primera hora hacia la Ermita de Armentia; y los `gaupaseros', que regresarán a sus casas para celebrar el día de San Prudencio bajo las sabanas.

Romería a las campas

Quienes acudan mañana a las campas podrán disfrutar, a partir de las 12.00, de una amplia oferta cultural, que incluye actuaciones de dantzaris y exhibiciones de herri kirolak. A estas actividades se les sumará la habitual feria de artesanía, que ocupará con sus puestos buena parte de la Avenida de San Prudencio, donde se ubica la estatua en recuerdo del santo.

Tras un almuerzo a base de talos, caracoles, perretxikos y sidra en las txosnas, que estarán dispuestas alrededor de las campas de Armentia, se podrá presenciar, si el tiempo lo permite, un concierto a cargo del grupo Sukar. Un punto musical que pondrá fin a una jornada festiva, marcada a buen seguro, por la lluvia propia del mes de abril.

Un pastel de récord

Las personas que no quieran acudir mañana a las campas de Armentia podrán disfrutar de la jornada festiva en el centro de Gasteiz. Entre los diferentes actos organizados por la Diputación de Araba, destaca la elaboración del «Pastel ruso» más grande del mundo. Un récord a cargo de David De Jorge, que tendrá como escenario la Plaza Nueva de la capital alavesa, donde, a partir de las 18.00, se esperan repartir 6.000 raciones de pastel.

Tal como explicó este miércoles el propio cocinero guipuzcoano durante la presentación del acto en la capital alavesa, el pastel, que se asentará sobre una base de cuatro por tres metros, alcanzará una altura de 1,8 metros, gracias a una pirámide de «pastelitos rusos».

El último acto de la jornada estará protagonizado por los más pequeños, que este sábado emularán a los miembros de las sociedades gastronómica en la tamborrada infantil. Durante su desfile, que partirá a las 18.00 desde la Torre de Doña Otxanda, los niños y niñas, tambor en mano, recorrerán las principales calles del Ensanche gasteiztarra, para acabar a las 20.30 frente al Palacio Foral.

Con este desfile la sociedad alavesa dará por concluidos los actos en honor a su patrón; y se preparará para homenajear a su patrona, la Virgen de Estíbaliz, cuyo día grande tendrá lugar el próximo martes, uno de mayo.