Al menos ocho personas murieron en la capital de Nigeria, Abuja, y en Kaduna, en dos atentados dirigidos, por primera vez desde que estalló la ola de violencia sectaria en el país, contra dos periódicos. Unas horas después otra bomba explotó en una carretera al sur de Kaduna, causando tres heridos. El atentado de Abuja fue llevado a cabo por un kamikaze contra el edificio en el que se encuentra la redacción y la rotativa del diario nacional «ThisDay», uno de los más influyentes del país. La explosión dañó seriamente el edificio y mató a tres personas además del autor del atentado.

En Kaduna, una de las grandes ciudades del norte mayoritariamente musulmán, la bomba se dirigió contra las redacciones conjuntas de varios diarios, y causó cuatro muertos y 19 heridos.