Oleada de explosiones en Ucrania en vísperas de la Eurocopa y en medio de fuertes tensiones
Una serie de explosiones sacudió ayer la ciudad de Dnipropetrovsk, situada en el este de Ucrania, con un balance de decenas de heridos y una sensación de pánico entre la población. No está claro quién puede estar detrás de los ataques, máxime cuando no son los primeros, aunque los autores nunca hayan sido identificados. Sea como fuere, a nadie se le escapa que se producen en un contexto muy particular. A saber: a poco más de un mes del inicio de la Eurocopa con la que Ucrania fue «premiada» por acercarse a la UE y al dar por buenos los estándares de esta sobre «democracia y estado de derecho». Y, por otra parte, en medio de fuertes tensiones con la UE por el encarcelamiento de la líder opositora, Julia Tymoshenko, que -particularmente- Alemania considera políticamente motivada. Incluso se han oído llamamientos para boicotear la Eurocopa, que parecen un ingrediente de una doble estrategia que conjuga la crítica a los «abusos de poder» y la oferta de «incentivos» -la firma del acuerdo de asociación con la UE-.
La presión de Alemania, y de la UE, es una señal fuerte. Como lo son las explosiones de ayer. Revelan con fuerza que nadie es indiferente sobre la compleja realidad de lo que ocurre en Ucrania.