A pesar de que las cifras del paro hacen pensar lo contrario, mantener el empleo no es algo imposible. De hecho, existen empresas que apuestan por ello y que pueden dar muestra de que los resultados son, en muchas ocasiones, satisfactorios. Concretamente son las cooperativas las que hacen esta apuesta por el empleo también en épocas de crisis, aunque para ello es imprescindible un pequeño esfuerzo por parte de todos los trabajadores. Durante la conferencia que Gezki organizó el jueves en el Campus de la UPV-EHU de Donostia, Francisco Javier Sanz Santaolalla, director de la Sociedad para el Desarrollo de las Cooperativas, Elkarlan, se refirió a este esfuerzo colectivo como solidaridad.

Así, Sanz Santaolalla enumeró una serie de medidas que las cooperativas adoptan para hacer frente a las dificultades económicas. Las expuso en orden de gravedad, con lo que según vaya evolucionando la situación deben adoptarse unas u otras. La primera de estas medidas es el ajuste en las retribuciones de los excedentes que reciben los trabajadores. El esfuerzo de los trabajadores es visible en este caso, ya que deben aceptar que no recibirán retribuciones si bien desde un punto de vista cooperativista se toma como una aportación al capital social de la empresa.

Otras reformas que se plantean son los ajustes en los horarios y jornadas. Esta medida cuenta con diferentes variables. Por ejemplo, aumentar el número de horas o tareas y mantener la retribución. También puede plantear una reducción de jornada y de los anticipos laborales o establecer un calendario flexible en función de la demanda.

Dentro de este paquete se incluye también el calendario móvil que, según el director de Elkarlan, es una medida muy común en el grupo cooperativo Mondragon. Se trata de una reducción de trabajo en un momento dado.

Otra opción es la reubicación de los socios. Esta medida se toma en situaciones más complicadas y es imprescindible que la cooperativa cuente con más de una planta para poder llevarla a cabo. Las reubicaciones pueden ser temporales, cuando depende de los flujos de trabajo, o definitivas.

Cuando las cosas se complican

Las medidas presentadas hasta ahora requieren de un menor o mayor esfuerzo por parte de la plantilla. Sin embargo, cuando la situación se complica es necesario acudir a otro tipo de reformas. Una de ellas es el cese temporal de la actividad, conocido como desempleo coyuntural. En el peor de los casos, el siguiente paso es el cese definitivo de la actividad, que puede darse solo entre una parte de los socios o en la totalidad de la plantilla. No obstante, Sanz Santaolalla recalcó que con la aportación de los trabajadores se intenta acudir solo en casos muy extremos a este tipo de medidas. Son las ventajas que aporta la autorregulación del trabajo con la que cuentan las cooperativas gracias a su normativa, aunque sin el esfuerzo de los socios no serían viables.