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Bahrein trata de salvar la cara con un nuevo juicio a 21 activistas opositores

El Tribunal de Casación de Bahrein ordenó que los 21 opositores condenados por liderar las protestas de 2011 sean juzgados en una corte civil. Entre ellos está Abdulhadi al-Khawaja, cuya esposa denunció que está siendo alimentado a la fuerza tras 82 días en huelga de hambre.

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GARA | MANAMA

El Tribunal Supremo de Apelaciones de Bahrein revisará las condenas impuestas hace un año a 21 activistas opositores, entre ellos Abulhadi al-Khawaja -que ha perdido 16 kilogramos y el 25% de masa muscular tras 82 días en huelga de hambre-.

Los 21 fueron condenados por un tribunal militar a penas que van desde los dos años de prisión hasta la cadena perpetua por liderar la revuelta de 2011 contra la familia real suní, a la que exigen reformas y una mayor integración de los chiíes. El régimen reprimió duramente las protestas con el respaldo de los ejércitos de Arabia Saudí y los Emiratos Arabes Unidos y el apoyo material de Estados Unidos y otros países occidentales.

Grupos de derechos humanos cifran en al menos 60 los muertos desde el inicio de las movilizaciones, que se multiplicaron durante la celebración del Gran Premio de la Fórmula 1. Human Rights Watch ha acusado a la Policía de golpear y torturar a los detenidos, incluidos menores de edad. Según un informe de esta ONG, 1.600 personas han sido arrestadas en el ultimo año.

La esposa de Al-Khawaja, Khadija al-Moussawi, se mostró crítica con el dictamen del Tribunal de Casación. «Es ridículo. Con esta maniobra solo están tratando de ganar tiempo. Ya sean militares o civiles, son los mismos jueces pero con diferente vestimenta», remarcó. En su opinión, no es «ninguna victoria porque ellos siguen en prisión. Primero que los liberen y, después, que repitan el juicio».

En el mismo sentido se pronunció su hija Maryam en su cuenta de twitter. «Si en Bahrein hubiera un sistema judicial independiente, estarían en la calle. Mi padre no comenzó la huelga de hambre para exigir un nuevo juicio, sino para pedir su puesta en libertad. O eso o la muerte. Todo este proceso es una farsa», subrayó.

La familia de Al-Khawaja, ingresado en el Hospital de las Fuerzas de Defensa, advirtió sobre la gravedad de su estado. Su esposa informó de que está siendo alimentado forzosamente vía intravenosa y a través de una sonda nasogástrica.

«Después de despertar vio que tenía dos inyecciones intravenosas en los brazos y una sonda de alimentación en la nariz», indicó Al-Moussawi, que el domingo lo pudo visitar por primera vez en dos semanas.

Fuentes del hospital negaron que esté siendo tratado contra su voluntad.

en prisión

La decisión de abrir un nuevo juicio no conlleva la excarcelación de los 21 activistas, aunque no podrán ser sentenciados a penas de la misma magnitud, que oscilan entre los dos años y la cadena perpetua.

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