ELA, LAB, STEE-EILAS y ESK convocan a los 130.000 empleados del sector público de Hego Euskal Herria a una huelga el próximo 31 de mayo «para denunciar con dureza los recortes que las distintas administraciones de Hego Euskal Herria y el Gobierno español del PP vienen aplicando continuamente durante estos tres últimos años, así como las medias antisociales y las políticas encaminadas a desmantelar los servicios públicos», como explicó Arantxi Sarasola, responsable del Sector Público de LAB.

Por su parte, Belén Arrondo (STEE-EILAS) reclamó a todas las instituciones vascas «que no acepten ni apliquen las medidas de Madrid» e Igor Izagirre, responsable de la Federación de Servicios Público de ELA, insistió en la necesidad de «poner en marcha políticas de creación de empleo y el fin de la destrucción del mismo».

Sarasola remarcó que los gobiernos y administraciones públicas «no han tenido ningún reparo en cambiar las leyes, romper las reglas de juego, despreciar la normativa laboral internacional o acabar con los derechos básicos». Los cuatro sindicatos criticaron que la excusa de hacer frente al déficit público está sirviendo para recortar «servicios básicos al conjunto de la sociedad».

La representante de LAB explicó que los trabajadores de los servicios públicos «sufrimos en nuestras condiciones laborales las políticas que nuestros gobernantes están aplicando para desmantelar el estado del bienestar, políticas de sumisión para favorecer a los bancos y a las empresas, y que perjudican a la mayoría de la sociedad».

Una de las «principales pretensiones» de los gobiernos, señalaron, es eliminar la jornada de las 35 horas, congelar los salarios y evitar nuevas ofertas públicas de empleo. «Quieren acabar con las condiciones de trabajo recogidas en los convenios y fruto de años de lucha: alargar la jornada semana, aumentar las horas lectivas, empeorar las condiciones de jubilación, congelar los sueldos, destruir empleo, obstaculizar la entrada al trabajo, no cumplir lo firmado...».

Ante esa situación, Sarasola en nombre de las cuatro centrales sindicales, se preguntó «¿cuándo y cómo tendrán una oportunidad laboral ese 50% de jóvenes en paro, de mujeres, de inmigrantes, de trabajadores despedidos sin ninguna contemplación, si se nos alarga la jornada laboral y la edad laboral a quienes estamos trabajando?».

Arrondo, de STEE-EILAS, reclamó no adoptar las medidas de recorte de Madrid, pero añadió que «deben quedar sin efecto las medidas restrictivas tomadas hasta la fecha: las decididas en la Mesa de general de la Función Pública, las impuestas en diferentes sectores, los recortes aplicados vía presupuestos, entre otras».

Las cuatro centrales explicaron con claridad que «deben modificar las políticas fiscales y que refuercen los servicios públicos, más necesarios que nunca hoy en día». Porque, como añadió Arrondo, «existen otros caminos, no sirven realizar bonitos discursos, mientras se amparan políticas neoliberales, se aceptan las peticiones de los banqueros y empresarios, se da dinero barato y se compra caro vaciando así las arcas públicas».

Izagirre llamó a todos los empleados de las administraciones públicas de Hego Euskal Herria «para dar continuidad a las movilizaciones que ya hemos realizado» y pidió que «participen en la huelga del 31 de mayo».

ELA, LAB, STEE-EILAS y ESK sostuvieron que son necesarios «unos servicios públicos universales, gratuitos y de calidad, imprescindibles para garantizar el bienestar básico de la sociedad», precisó Izagirre. Y advirtió que «vamos a continuar luchando contra el retroceso de las condiciones laborales».