Los inversores se quedaron ayer sin argumentos para sostener las subidas iniciales de los índices. La decisión del BCE de mantener los tipos de interés en el 1%, sin que hubiera ninguna indicación sobre una flexibilización en los próximos meses, y la caída en el ISM de servicios de Estados Unidos dejaron en casi nada el rebote matinal. Por otro lado, dentro del Estado español se sintió el daño de la reciente rebaja de calificación crediticia al subastarse bonos por valor de 2.500 millones de euros al interés más alto desde diciembre. Los únicos alivios llegaron en forma de buenos deseos. Así, el presidente del BCE, Mario Draghi, dijo ver una mejoría gradual de la economía durante este año, mientras que el ministro De Guindos colocaba su esperanza en la estabilización de la deuda pública respecto al PIB en 2013. Al cierre, el Ibex, que llegó a ganar un 2%, se apuntó un 0,29%, hasta los 6.851,90 puntos. En el resto de Europa, todos los índices, a excepción de Londres (+0,15%), acabaron con pérdidas. Fráncfort cedió un 0,24%, y París, un 0,09%. En el Ibex, los valores más castigados fueron Popular (-2,38%), ArcelorMittal (-1,08%) y Caixabank (-1,91%). De los pesos pesados, tan sólo BBVA (-1,07%) se vino abajo. El resto, con Repsol (+0,98%) al frente, cerró al alza. Las revalorizaciones más importantes fueron para Inditex (+2,25%) y ACS (+2,21%). En París, Société Générale (-4,24%) encabezó los descuentos tras presentar una caída del 20,1% en el beneficio trimestral. BNP Paribas (-3,16%) y Crédit Agricole (-2,94%) también acabaron en rojo, mientras que EDF (+2,48%) fue el mejor de la sesión..