Bildu lleva meses advirtiendo de la grave crisis económica en que se encuentra sumido el Ayuntamiento de Bakio. No es nueva la voz de alarma lanzada por la coalición soberanista, que en marzo dio a conocer que el Consistorio tenía pendiente de pago algo más de 6,1 millones de euros en facturas sin que haya ninguna propuesta de solución.

Ante este panorama, el viernes convocó una asamblea abierta -la primera de una serie- en la que realizó un diagnóstico pormenorizado de la situación y planteó alternativas. La principal conclusión es que se debe buscar otro modo de gestionar los recursos disponibles e implicar a todos los bakioarras en la resolución de este grave problema, siempre que los actuales gestores jeltzales hagan la pertinente autocrítica.

«Bakio no puede esperar más», subrayan, por lo que estiman que hay que buscar «una solución integral, donde todos los ciudadanos participemos activamente en el desarrollo de nuestro futuro». Bildu huye del planteamiento de que, a través de la aprobación de los presupuestos municipales de 2012, se resuelve la crisis. No hay tal posibilidad, recuerdan, ya que técnicamente el Consistorio no puede elaborar un proyecto de cuentas con las deudas que acumula y la ausencia de ingresos.

La solución que apuntan es dar cuenta de la deuda real del Ayuntamiento. «Sacar a la luz todas las facturas del cajón para realizar una lectura real de la situación económica, una lectura transparente», insisten, a la vez que pedir responsabilidades políticas y «llevar ante el juez todas las irregularidades cometidas y la mala gestión».

A partir de ahí, ven necesario contar con asesores «neutrales» que den una dimensión real de la situación actual y planteen alternativas, en ningún caso fáciles. La salida, resaltan, tiene que ser una política económica real, en la que se atiendan las necesidades de las vecinas y vecinos, y se parta de una relación de ingresos y gastos real.

A Bildu le preocupa «mucho» que el equipo que lidera Aitor Apraiz no haya presentado ninguna propuesta política para salir de la grave situación financiera y tampoco conozcan las prioridades del PNV. «Ante muchas preguntas y exigencias de Bildu -se quejan-, nos tildan de demagogos y tiquismiquis. Hemos heredado una forma de gobernar y una estructura que nadie quiere cuestionar».

Ausencia de autocrítica

En su análisis, desde Bildu echan en falta que el alcalde comparezca ante los vecinos para explicar la situación y que se haya limitado a salir en prensa «mínimo 13 veces». Lamentan que los jeltzales no reconozcan en público que «Bakio está en un agujero negro» y que «su gobierno sigue presupuestando ingresos que no llegan mientras el gasto se mantiene». Lo criticable, inciden, es que la ciudadanía paga por los servicios pero han comenzado los recortes.

«Para equilibrar lo presupuestado y para que la relación gasto-ingreso no pite, año tras año presupuestan ingresos que no cobran», argumentan. Citan, por ejemplo, que se incluyen aprovechamientos urbanísticos de 404.900 euros en el Área A, 600.000 en Renteria y 300.000 en Elexalde que no se van a percibir. En marzo, precisamente, se conoció el informe del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP) que confirmaba irregularidades denunciadas por la oposición en algunas de estas operaciones urbanísticas

Para ilustrar su denuncia, explican que el nivel de inversión ha pasado de 4,89 millones de euros en 2007 a 1,54 en 2010, mientras el gasto de personal se ha disparado hasta los 1.17 millones de euros y el gasto corriente era en 2010 de 2,03 millones de euros. En mandatos anteriores, cuando el desarrollo inmobiliario era el objetivo, con el hito del Plan Parcial de Oihaga con su campo de golf, se aumentaron las contrataciones de policías municipales y un gerente, a la vez que se duplicaron los gastos en subcontratación de empresas y los destinados a inversiones.