François Hollande parte hoy como favorito ante el presidente saliente, Nicolas Sarkozy, en la segunda vuelta de las presidenciales francesas, pero con la menor diferencia en los sondeos desde el comienzo de la campaña electoral. Las votaciones comenzaron ayer en los territorios de ultramar y para los residentes en Estados Unidos, Canadá y Sudamérica. En Guyana la tasa de participación que se registraba a media jornada era más alta que en la primera vuelta. En total, 46 millones de electores están convocados para decidir quién será presidente durante los próximos cinco años.

En la primera vuelta, el 22 de abril, François Hollande obtuvo el 28,63% de los votos por delante de Sarkozy, con el 27,18%. Durante meses ha encabezado también los sondeos, pero la última encuesta de Ifop-Fuducial, publicada el viernes por la noche, reflejaba la menor diferencia entre ambos candidatos de toda la campaña, con un 52% para el candidato del PS frente a un 48% del presidente saliente. «El domingo todo es posible», titulaba ayer el diario «Liberation» mientras el diario de derechas «Le Figaro» recordaba a sus lectores que tenían que hacer «una elección histórica».

Durante los últimos mítines ambos candidatos han querido movilizar a los votantes. Hollande advirtiendo de que la victoria no está asegurada y Sarkozy asegurando que la derrota se puede evitar. La movilización de los abstencionistas (20,53% en la primera vuelta) y la actitud de los votantes del Frente Nacional y los de François Bayrour será clave en la votación.