Las «huacas», lugares sagrados peruanos, en peligro de extinción por la desidia de las instituciones
Aunque la mayoría de las «huacas» o lugares sagrados son declaradas Patrimonio Cultural de Perú, no se indica cuál es su área intangible. De esa omisión se aprovechan invasores y urbanizadores para violentarlas.
GARA | LIMA
La pujante ciudad de Lima convive con más de 300 sitios arqueológicos sagrados o «huacas», pero mientras algunas construcciones milenarias destacan por su majestuosidad, otras corren riesgo de extinción por el desordenado crecimiento urbano y la falta de una política de preservación.
Las huacas, en lengua quechua wak'a o «lugar sagrado», se hallan repartidas por toda la capital peruana. Sus nueve millones de habitantes están acostumbrados a pasar junto a estas reliquias sagradas de barro en forma de pirámide, otrora tumbas de la nobleza prehispánica, o centros de adoración o descanso del inca, que en algunos casos tienen más de 4 mil años. Pero sólo unas pocas se mantiene bien conservadas. Muchas huacas han desaparecido tras construirse sobre ellas viviendas, parques, campos deportivos y hasta algunas instituciones del Gobierno peruano. Otras, en abandono, se han convertido en basurales y refugio de delincuentes.
«Son pocas las huacas que se conservan, muchas de ellas por participación de alguna empresa privada y por proyectos gubernamentales, pero la falta de presupuesto para un plan de conservación les da un destino incierto», dice Luis Cáceres, director de Arqueología del Ministerio de Cultura. «En Lima hay más de 300 huacas que en su mayoría no están protegidas, por eso son invadidas o convertidas en vertederos», concluye.
Para salvar las «huacas» es necesario un plan de gestión cultural que aúne a arqueólogos, población, colegios y municipios, y que se divulgue el valor histórico de estos sitios.