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Iñaki CHURRUCA SISTIAGA | integrante del equipo subcampeón de 1977

«En el Athletic estas oportunidades son pocas, y hay que aprovecharlas»

Desde su retiro asturiano, sigue muy de cerca la trayectoria del Athletic de Bielsa, y es que él fue uno de los integrantes de aquel equipo que en 1977 perdió la final de la UEFA ante la Juventus. Confía en los actuales leones y en que no dejen pasar la oportunidad de hacer historia en el club.

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Joseba VIVANCO

Iñaki Churruca Sistiaga, zarautzarra de origen y asturiano de adopción, formó junto al malogrado Javier Escalza y Txetxu Rojo una de las mejores bandas izquierdas, y de las más recordadas, de la centenaria historia del Athletic. El 4 de mayo de 1977 Iribar, Villar, Gisasola, Goikoetxea, Escalza, Oñaederra, Irureta, Rojo II, Rojo I, Dani y el propio Churruca saltaron al estadio Comunale de Turín para enfrentarse a la Juventus de Trapattoni, un equipo plagado de internacionales. Dos semanas después volvió a ser un fijo en el once de Koldo Agirre que no pudo con los italianos. Hoy, revive sus sensaciones de aquella final.

Días agridulces, disfrutando con esa final europea del Athletic a la vista, y sufriendo con la situación del Sporting...

Sí, porque lo del Sporting está muy complicado y ya no depende de él. Pero bueno, hay que tener fe, y la esperanza es lo último que se pierde.

¿Más confiado de cara al próximo miércoles?

Bueno, yo tengo confianza en el equipo, el problema es que es a un partido y no a ida y vuelta, con San Mamés apoyándote. El Atlético creo que es mejor rival para jugarle que si fuera un equipo extranjero, más desconocido. Pero, insisto, confío en nuestro equipo, está jugando bien y con mucho atrevimiento.

Treinta y cinco años han pasado desde aquella final europea. ¿Eso da idea del hito que realmente significó aquel equipo del 77?

Todo lo que el Athletic hace es importante, pero por esa histórica filosofía que tiene. Cualquier título, o llegar a una final europea, no es nada fácil, y por eso es importante lo que se hizo para ahora poder mejorar aquello. Era un reto y es un reto.

El juego del actual equipo se compara, no ya con el de la época de Javi Clemente, sino con el vuestro, con aquel que llegó a dos finales en la misma temporada. ¿Tan buenos érais y tan bien jugábais?

Yo puedo decir, con orgullo y satisfacción, que he sido jugador de fútbol profesional y dentro mis logros ha estado jugar en el Athletic. Pero si yo me sentí realizado como futbolista fue en aquella temporada. Yo me encontré en Bilbao con un grupo humano y un equipo con una filosofía, unas características, con una plantilla técnicamente de grandes futbolistas y dirigida por Koldo, que fue un entrenador estupendo, más el Txopo, que allí era el jefe. Nos juntamos un grupo de gente importante, bien dotado técnicamente, que coincidió con la repesca de futbolistas que veníamos de fuera como Jabo, Lasa, yo mismo, Zabalza anteriormente, e hicimos una gran plantilla. Yo disfruté muchísimo. Como satisfacción personal, creo que jugamos muy bien y muy alegres, como los de ahora. Cada partido era un disfrute total.

Comparar este equipo de Bielsa con el de Javi Clemente o con el vuestro, ¿tiene sentido?

Tiene algún sentido, pero el que cada uno le quiera dar. Para los que no nos vieron a nosotros es difícil opinar; los mayores sí pueden hacerlo. Pero el fútbol también ha evolucionado, cada momento es distinto y nunca son comparables equipos, porque no se dan las mismas circunstancias. No tiene mucho sentido profesional hacerlo o desde el punto de vista técnico. Cada momento tiene sus futbolistas, porque en aquella época nuestra el público también disfrutó muchísimo, San Mamés se llenaba y uno se emocionaba al verlo así, y eso fue hace 35 años. No había ni entradas, los mismos problemas que ahora.

Quizá la similitud radique en ese juego alegre de los dos equipos, vertical, de ir a ganar...

Entonces y ahora estábamos muy bien dotados técnicamente, algo que es necesario para jugar a mucha velocidad. Este entrenador le está sacando mucho rendimiento a esas cualidades. La vistosidad la dan la técnica y la velocidad, y entonces nosotros teníamos también jugadores extraordinarios de primer nivel europeo para hacerlo.

Con aquel enorme equipo se llegó a la final de la UEFA y se perdió. ¿Por qué?

Porque, principalmente, teníamos un adversario impresionante. De once futbolistas que jugaron luego con Italia en el Mundial de Argentina del 78, unos diez eran de la Juventus. Eso habla del potencial que tenía el adversario. En cambio, nosotros no teníamos su experiencia como club, aunque sí que estábamos con mucha ilusión. Mira, tuvimos suerte en las semifinales con el gol fuera de casa, pero no la tuvimos con el gol que nos hizo Bettega en San Mamés. Estuvimos a punto, pero siempre nos quedará esa satisfacción y el trabajo que hicimos. Pero, repito, el rival que nos tocó era muy fuerte.

Después de tanto tiempo, ¿uno se queda con algún recuerdo especial de aquella final?

Es que cuando estás jugando no te das cuentas de detalles. Lo que no olvidas es esa ilusión que vivimos, el ambiente, cada día pensando y soñando que podíamos ser campeones, y lo que signifca eso para un club como el Athletic. Detalles de ver expresiones, ánimos, vivir esas fechas es algo de lo que no te das cuenta hasta que lo pasas, y cuando pasa y lo analizas ves la importancia que tenía jugar aquella final, qué ilusión había en tanta gente... Hay que ganar como sea, piensas, por ellos, por nosotros. Yo recuerdo más esas emociones que los momentos del juego, que los partidos. Te sobrepasan un poquito esas emociones porque te dices ¡oye, que somos importantes!

Algo que estarán viviendo desde ya los jugadores actuales...

Supongo que sí. Creo que ahora mismo tienen que estar tocando el cielo, y más con la confianza con la que están jugando. Tendrán la misma ilusión que tuvimos nosotros, que también fuimos jóvenes...

¿Recuerdas algún momento que se te quedara grabado en el vestuario, tras perder aquella final?

La tristeza. Piensas que lo tenías a mano... Ni nos mirábamos. Son momentos muy difíciles.

Porque teníais por delante otra final, la de Copa, que también se perdió. ¿Cuesta levantarse?

Sí cuesta. Es un palo. Se tarda. Sobre todo porque volvimos a coger la onda y pensar que después de la temporada que habíamos hecho en Liga y UEFA, teníamos que tener un título por lo menos. Y no fue así.

Ahora se cruzan los dedos para que la historia no se repita.

Bueno, los jóvenes ni tanto, pero los que tienen experiencia y vivieron aquello sí que tienen la mosca detrás de la oreja. La gente joven es más osada y solo piensa en ser campeones, pero la gente más mayor...

¿Un vestuario se queda tocado para la siguiente campaña después de perder dos finales?

Es la frustración personal después de haberlo tenido en la mano, sobre todo porque estas cosas se dan muy pocas veces. Real Madrid y Barcelonaa no tienen ese problema, pero en el Athletic esas oportunidades suelen ser pocas, y llegado el momento hay que aprovecharlas. Y cuando no se aprovechan te quedas un poco tocado para después, aunque también es verdad que puedes intentar que la siguiente temporada te salga mejor y centrarte en ello, porque lo otro ya es historia.

Lo ideal sería pensar que, más allá de lo conseguido esta temporada, que no vuelvan a pasar tantos años para que se repitan logros como estos.

Y hay equipo, porque es gente joven, futbolistas que todavía van a mejorar muchísimo, ahí está Ibai Gómez, que ha evolucionado mucho esta temporada. El problema puede ser que se nos lleven un par de ellos, es lo más preocupante. También hay que tener en cuenta que no es fácil que los futbolistas mantengan la misma conducta, las condiciones de cada futbolista pueden cambiar... Nunca se puede pensar que, como tenemos este nivel ahora, el año que viene seguiremos igual... Puede ser hasta mejor o no tan bueno.

¿Un título sería fundamental para dar continuidad al equipo?

Hombre, sí, pero como sentimiento, yo creo que hay muy poquitos clubes donde, como en el Athletic, estos chavales jóvenes no piensen en el dinero sino en jugar en ese equipo, jugar en el Athletic siendo de aquí.

Y de paso atar la continuidad de Marcelo Bielsa...

También. Transformar como ha hecho esa filosofía de juego de un año a otro no es nada fácil. Confiar en tu propuesta y que confíen en ti. Insisto en que es muy complicado en muy poco tiempo. Tienes que tener jugadores para hacerlo y los tiene. Pero hay que conseguir hacerlo.

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