La sala de consumo supervisado de drogas de Bilbo, que gestiona Médicos del Mundo, ha entrado en su noveno año de actividad, atendiendo, según el último balance de 2011, a 968 personas y contribuyendo a la convivencia en el barrio de San Francisco.

De los 969 usuarios, un 84,6% son hombres y 15,4% mujeres, habiéndose efectuado 22.551 consumos, en su mayoría de heroína (54,8%) seguida de cocaína (29%).

El perfil de estas personas es la de un varón, de entre 35 y 44 años, empadronado en Bizkaia y con antecedente de uso de drogas por vía intravenosa y/o fumada de 15 a 20 años. Desde Médicos del Mundo se apunta que hace nueve años un 23,5% de los usuarios de la sala vivían en la calle, cifra que ha ido disminuyendo progresivamente.

«Datos como este evidencian que la sala de consumo contribuye a la normalización de la situación de las personas usuarias, en tanto que permite superar dinámicas de exclusión y marginación facilitando el acceso a la red de recursos sociosanitarios», señalan.

Uno de los aspectos que mantiene vigilante a la ONG es el impacto que puede tener el actual contexto de crisis en la situación de los usuarios y en las sustancias que pasan a consumir. La presidenta de Médicos del Mundo Euskadi, Teresa Maura, añadió que los recortes en los servicios asistenciales «va a tener unas secuelas graves tanto en la salud de los usuarios y usuarias de drogas» y también en la calidad de vida de la población en general.