
Anjel Ord��ez Periodista
La implosi�n de una lata
Acabo de realizar un sencillo experimento en mi cocina, aprovechando que no hab�a nadie en casa. Para empezar, he vertido un poco de agua en el interior de una lata de refresco vac�a. La he calentado al fuego hasta llevarla al punto de ebullici�n (sujet�ndola con unas pinzas de madera para no quemarme), y la he dejado hervir aproximadamente un minuto. Inmediatamente, y con un giro r�pido, he metido la lata boca abajo en un recipiente con agua fr�a. Tras un ruido seco, la lata se ha aplastado y ha quedado completamente retorcida. Daba pena. [Ni les animo, ni les proh�bo que repitan la experiencia en sus hogares, pero si deciden hacerlo, extremen las precauciones]. La explicaci�n a la reacci�n es sencilla. El agua, al hervir, ha llenado la lata de vapor. Pero, al contacto con el agua fr�a, el vapor se ha condensado disminuyendo la presi�n interna en la lata. As� las cosas, y siendo la presi�n atmosf�rica externa superior a la interna, la pobre lata ha quedado como si la hubiese pisado un camello. Ha implosionado.
Mientras realizaba el experimento (otro d�a les contar� a cuento de qu�) se me ha ido la cabeza a la res pol�tica. A nadie se le escapa que existe una evidente diferencia en la temperatura que mide la realidad vasca si los term�metros que la marcan est�n en Madrid o en Euskal Herria (advierten el sinsentido, �verdad?). Aqu�, la apuesta por el final de un periodo definido por el enfrentamiento violento entre dos partes es firme y ampliamente mayoritaria. Y tambi�n son muy elevadas las esperanzas de que el proceso lanzado con la iniciativa de ETA para dejar a un lado las armas llegue a buen puerto. Podr�amos decir que la temperatura que marca la ilusi�n y la confianza en un futuro en paz roza m�ximos. Y sigue subiendo. Sin embargo, da la impresi�n de que fuera, en Madrid especialmente, pero tambi�n en Par�s, parecen haber escondido su term�metro en la nevera.
Hasta ah� los paralelismos entre mi experimento casero, derivado de las inmutables leyes de la F�sica, y la realidad pol�tica actual, sujeta a preceptos de �ndole m�s vol�til. Pero les invito, esta vez s�, a que saquen sus propias conclusiones y act�en en consecuencia este viernes, en las movilizaciones de Herrira.