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Raimundo Fitero

El rayo

 

Probablemente coincidió el rayo sobre el avión que transportaba a Hollande recién coronado presidente de la República francesa a rendir pleitesía a Angela Merkel, con el fallecimiento del gran novelista Carlos Fuentes. Los rayos son expresiones de algunos dioses mayores, y los diablillos menores, se dedican a contaminar la vida con el mercado y la famosa prima de riesgo que está dejando al señor De Guindos colgado de la brocha. Ahora es Grecia la culpable. Mañana será el empedrado. La confianza que ha generado Mariano Rajoy es la misma que ofrece un mono loco con una cuchilla de afeitar en las manos persiguiendo a la mona Chita.

Las negaciones de los políticos son las afirmaciones del sentido común, ese otro dios remendón que tanto utilizan las voces sordas de un gobierno más desorientado que un cangrejo en un spa. Por lo tanto, ojo con el corralito que viene, ojo con las intervenciones ya existentes y disfrazadas, ojo con las libertades. Las cajas convertidas en banco que nos alimentaban con sus migajas de los beneficios algunos ratos de ocio están de recortes, es decir van a dedicarse en dedicación plena a sus tareas de rebobinar los dineros y convertirlos en dividendos. O en otra cuestión singular de esa labor filantrópica que es recibir dinero en préstamo al uno por ciento y con ese dinero comprar bonos al seis por ciento, porque alguien ha dicho que el sistema tiene que sustentarse en los bancos.

Uno diría mal rayo les parta, como los clásicos. Pero todo se mueve. La configuración de los programas no acaban de ponerse en la misma coordenada. Nadie sabe, nadie contesta, peor los equipos de propaganda siguen emborronando la realidad con nubes de colores. Sería necesario un Carlos Fuentes capaz de escribir este momento europeo con claves de realismo mágico. Aunque seguramente el gran autor mexicano ya hubiera seducido a la prima y a la tía, sin mucho riesgo. Amanecerá en los horizontes y sonarán trompetas de júbilo. Las dudas empiezan a anidar en todos los ciudadanos con sus ahorros en entidades que mañana pueden regirse por otras reglas de juego. ¿Cómo se dice corralito en alemán? ¿Y en griego?