Maite SOROA | msoroa@gara.net
No quieren ver lo que les viene encima
Servidora de economía sabe lo justito, porque, la verdad, el «capital» que le ha tocado a una gestionar no obliga a tener grandes conocimientos. Pero lo suficiente para saber que una prima de riesgo superior a 500 puntos es algo muy malo y que las cosas se están poniendo feas. De hecho, el premio Nóbel de Economía Paul Krugman vaticinó hace unos días que el Estado español acabará encerrado en un corralito financiero, y algunos columnistas han decidido atacar al mensajero. Como Rafael Martínez Simancas, quien en «estrelladigital.es» empieza su tira con una gracieta nerviosa, de esas que esconden el canguelo: «Puestos a elegir es preferible quedarse con las predicciones de su primo el pulpo Paul». Pues todo indica que alguno va a acabar igual que el cefalópodo... Después de romper el hielo, Simancas intenta lanzar un mensaje de esperanza y señala que «los gurús también la pifian porque no están en posesión de la verdad y menos de predecir el futuro con la certeza que da la maquinaria de un reloj suizo». Lo que es una forma de consolarse como cualquier otra.
Sin embargo, pronto le toca admitir que las cosas pintan mal: «Bien es verdad que nosotros hacemos lo que podemos por ponérselo fácil a Krugman y a los cenizos: espantadas como la de Rato no son lo mejor para generar confianza, así como tampoco las peleas de ida y vuelta entre el Gobierno y el Gobernador del Banco de España». Es curioso que llame cenizo a quien les está advirtiendo. Él preferirá taparse los ojos y esperar a que pase el problema, como hace mi sobrino. Aunque no debe ser el único: «Rajoy (...) ha optado por el silencio del pulpo, prefiere no decir nada y que los mercados hagan lo que tienen que hacer pero hay males que no se remedian solos. De ahí que enviara a De Guindos de gira europea para que le retuerza el cuello a Juncker y lo que haga falta, pero el ministro ha hecho una de Felipe II al afirmar que España ha hecho todo lo que tenía que hacer en las reformas, (le ha faltado añadir que no se puede luchar contra los elementos)». Vamos, que pronto los veremos en la Moncloa rezando a alguna virgen. Más nos vale que soltemos amarras pronto, porque estos lumbreras nos llevan al fondo en menos que canta un gallo.