ELA y STEE-EILAS anunciaron ayer que «dejamos en el aire» la huelga en los servicios públicos de la CAV, aunque la mantienen en Nafarroa. En su lugar, plantean una jornada de «lucha y movilización» con concentraciones, encierros y protestas en la calle.

En el comunicado conjunto no explican las razones reales de esa marcha atrás, porque aunque argumentan que la decisión del Ejecutivo de Gasteiz de «comprometerse a no aplicar los recortes de Madrid» es una medida preelectoral, sin embargo es lo que les lleva a desconvocar la huelga el 31 de mayo. La realidad determina, como reconocen, que el Gobierno de Patxi López ha aplicado año tras año los recortes salariales en el sector público que el Gobierno español ha definido y fijado por ley.

Ante este cambio de parecer en apenas diez días desde la convocatoria, LAB afirmó ayer por medio de un comunicado que «no comparte la desconvocatoria de la huelga» y añadió que «no ha aparecido ningún elemento que nos lleve a replantearnos dicha convocatoria». LAB manifestó de manera clara y rotunda que «las razones que nos llevaron a convocar la huelga en el sector público siguen estando presentes: los recortes en los servicios públicos y condiciones laborales decretados por el Gobierno vasco siguen en vigor y, de hecho, se están aplicando, las reformas de desmantelamiento de servicios públicos se van a aplicar si no damos la pelea para evitarlo y no observamos ningún planteamiento de impulso a los servicios públicos y creación de empleo público».

En este sentido, LAB pide que se interpele «a los interinos y sustitutos de los servicios públicos que han pasado de trabajar todo el año a hacer sustituciones esporádicas y a quienes hacían este tipo de sustituciones se les ha mandado a la calle y a quienes en el próximo curso no van a trabajar debido a esos recortes».

Ante esta situación, la central que lidera Ainhoa Etxaide ha convocado una asamblea de sus afiliados mañana viernes para decidir si mantienen o no la convocatoria ante este «descuelgue de ELA y STEE-EILAS en apoyo al Gobierno de Patxi López». De momento, ESK no se ha pronunciado ante esta nueva situación.

LAB recuerda que, incluso esta pasada semana con los agentes sociales que llamaron a las movilizaciones del 20 y 26 de mayo en las cuatro capitales vascas, se denunció abiertamente «que el Gobierno de Patxi López no tiene ninguna credibilidad, cuando han sido ellos los primeros en apuntarse a los recortes presupuestarios en Sanidad, Educación y demás servicios públicos hasta el punto de que hoy por hoy se invierte en estas materias menos de lo que se hacía en 2009». En este caso, recuerdan que Patxi López se apuntó el primero en «la congelación salarial, prohibición de incrementar las plantillas presupuestarias, suspensión de los contratos de relevo y de licencias por razón de edad, que permitían nuevas contrataciones, o el castigo a las bajas por enfermedad».

Igor Izagirre (ELA) y Belén Arrondo (STEE-EILAS) explicaron, tras anunciar ese descuelgue ayer en la rueda de prensa en Bilbo, que «no creen al Gobierno vasco», porque detrás del anuncio de no aplicar las medidas de Madrid ven «intereses electoralistas», pero remarcaron que «es necesario medir bien sus fuerzas y responder con la máxima contundencia a los ataques».

Por eso, Izagirre y Arrondo llamaron a participar en las movilizaciones y, en especial, «para seguir impidiendo que apliquen las últimas medidas de Madrid y forzar a la retirada de los recortes impuestos por los gobiernos de Gasteiz y de Iruñea. Es imprescindible seguir con la dinámica de movilizaciones y reivindicar que es aquí donde tenemos que decidir, donde vivimos, trabajamos y queremos negociar».