El toma y daca dialéctico entre los dos partidos que hasta la semana pasada eran socios refuerza el ambiente de precampaña electoral en la CAV, al tiempo que denota que ahora ambos intentan sacar rédito a su ruptura.

Tras dar por roto el pacto, Antonio Basagoiti ya comentó que desea que Patxi López convoque elecciones anticipadas tras el verano. Por su parte, desde Lakua se escudan en el formalismo de que esa potestad corresponde en exclusiva al lehendakari para no entrar a debatir sobre fechas más o menos concretas.

En este contexto, ayer el líder del PP de la CAV recordó que es una obligación legal que el Ejecutivo presente el proyecto de presupuestos en el Parlamento de Gasteiz para el 1 de noviembre. Dando por hecho que López no tendría posibilidad de sacar adelante las cuentas, le instó a que «deje tiempo suficiente al siguiente gobierno para hacer el presupuesto».

Por su parte, José Antonio Pastor insistió en que el lehendakari no tiene intención de adelantar las elecciones autonómicas y que su pretensión es que se lleven a cabo en febrero del próximo año.

El portavoz del PSE recordó que el jeltzale Juan José Ibarretxe, en sus diez años de gobierno, solo tuvo nueve meses de apoyo parlamentario mayoritario, gracias a EH, «y el resto estuvo al albur de la responsabilidad de los socialistas», que le «salvaron» los presupuestos varios años.

En este contexto, se preguntó «por qué ahora hay una especie de situación agónica», añadiendo que «los que se están quedando solos es el PP, no el PSE-EE».