El ministro español de Interior, Jorge Fernández Díaz, se enrocó en su discurso más inmovilista e insistió en que no pondrá fin a la dispersión hasta que «ETA no se disuelva». Respondió de esta manera a una interpelación planteada por el diputado de Amaiur Iñaki Antigüedad, que le recordó que el PP «se está quedando solo» en su defensa de unas políticas que agravan el sufrimiento de los familiares de los prisioneros políticos vascos.

«Dicen que no son presos políticos, pero sus medidas son colectivas», señaló el electo independentista. Antigüedad censuró que la «disolución» a la que apela el Gobierno español se ha «convertido en palabra chicle» que se utiliza para no entrar al fondo del debate. «El mayor déficit del Ejecutivo no está en sus cuentas públicas», indicó.

El ministro, en sus dos turnos de réplica, insistió en que no se producirán «acercamientos masivos» y defendió el «plan de reinserción» presentado recientemente por el Gobierno de Rajoy. Como viene siendo habitual, instó a Amaiur a solicitar la «disolución» de ETA.

Adiós de Antigüedad

Ayer fue la última ocasión en la que Antigüedad sube al estrado del Congreso. Por la tarde presentó su renuncia por problemas de incompatibilidad con su labor universitaria. Será sustituido por Onintza Enbeita, aunque por el momento no ha trascendido cuándo tomará posesión la nueva electa independentista.