GARA > Idatzia > Ekonomia

Crónica | La callada por respuesta

«Quiero trabajar, no una renta, pero tengo que vivir»

Un parado de larga duración obtuvo el apoyo de los colectivos sociales y sindicales ante la sede de Lanbide de Bilbo. Pide trabajo y reclama la Renta de Garantía de Ingresos para poder sobrevivir, junto a su esposa y dos hijos. Seis meses de espera y no sabe nada. «quiero trabajar, pero tengo que vivir», dijo.

p032_f01.jpg

Juanjo BASTERRA

El matrimonio formado por Santiago López, de 55 años, y su mujer, de 50 años, con dos hijos de 21 y 25 años, solo tiene para subsistir los 420 euros que percibe él por ser un parado de larga duración y mayor de 52 años. Por este motivo, en diciembre de 2011 solicitaron la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), pero seis meses después están esperando la resolución de Lanbide «que no llega», se lamenta.

Ante los medios de comunicación explica que dejó cobrar el paro el 28 de noviembre. En ese momento tramitó ante el Ayuntamiento de Santurtzi la reclamación de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) y, posteriormente, ante Lanbide. «Somos cuatro y la desesperación es cada vez mayor», añadió.

En este sentido, los colectivos sociales y sindicales de Bizkaia afirmaron que «cumple todos los requisitos» y, sin embargo, ese organismo, dependiente del Departamento de Empleo y Asuntos Sociales, está posponiendo la decisión. No entienden que se deje desamparada a una familia de cuatro miembros que «tienen que sobrevivir con 420 euros al mes, que es lo que percibe tras quedarse en el paro», pero admiten que es uno de los duros ejemplos de esta crisis. Miguel Ángel Miguel, del colectivo Denok Lan, indicó que los datos de la EPA confirman «que en el primer trimestre de 2012 un total de 6.700 personas terminaron en la calle. Los supuestos planes de activación de Lanbide, al final, solo son programas de recortes sociales».

Explotación

Este parado de larga duración, porque dejó de trabajar «a últimos de 2010», denunció que «se realizan obras faraónicas en Bizkaia como las de Metro Bilbao, las del nuevo campo San Mamés, y las de la Supersur, donde contratan a empresas que pagan seis euros a la hora, explotan a los trabajadores con jornadas de doce horas y recortan la contratación». Denunció que «cuando estuve trabajando en las obras de Metro Bilbao nos obligaban a trabajar jornadas de doce horas seguidas, si no lo hacías, te echaban a la calle».

Por ello criticó a Diputación de Bizkaia y al Gobierno de Gasteiz «porque están engañando a la población. Destinan miles de millones a estas obras para que se los lleven unos pocos, ya que explotan a los trabajadores, pero no crean el empleo necesario, ni es de calidad y los salarios no son justos, porque trabajas medio día para tener un salario normal».

Este parado de larga duración, como lo son la mitad de los desempleados de Hego Euskal Herria, lamentó «la callada por respuesta de Lanbide ante un derecho a cobrar la prestación social» y dijo que «quiero un puesto de trabajo, no cobrar la prestación. Si tanto se les llena la boca en decirnos que las obras del nuevo San Mames son para que en tiempos de crisis se ponga en marcha el empleo en la Construcción, que den trabajo a quienes pagamos impuestos».

Los organismos sociales y sindicales confirmaron el «desbarajuste» de Lanbide, y criticaron que hay 2.436 familias «como la de Santiago» que han dejado de percibir la RGI porque sus expedientes están pendientes. «Además nos encontramos con que el Gobierno nos criminaliza», dijeron.

 

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo