Se jugó la segunda parte de un partido atrasado por goteras en el pabellón
El Huesca tuvo que sudar el punto con el que se salva
Pese a haber conseguido ya la permanencia, los locales jugaron para ganar ante un rival muy necesitado.
ANAITASUNA 28
HUESCA 28
Natxo MATXIN
Anaitasuna y Huesca acabaron firmando tablas en un partido que debió reanudarse ayer en su segunda parte tras suspenderse por unas goteras en La Catedral. Un punto que a los aragoneses les supo a gloria, pues con él salvan la categoría en su estreno en la Asobal, pero que tuvieron que sudarlo porque los propietarios de la cancha en ningún momento se dejaron llevar por su desahogada situación.
Puede que algo tuviera que ver en ello el recuerdo de la fase de ascenso del año pasado, disputada en la capital oscense, y en la que los verdiblancos cayeron ante los anfitriones a los penaltis y con una criticada actuación arbitral. Si no cuentas pendientes que saldar, sí que hubo mucho amor propio por parte de los Etxaburu para demostrar que son mejor equipo.
Sin embargo, los tres goles de ventaja con los que los visitantes se fueron al descanso hace algo más de una semana (12-15) fueron demasiado obstáculo para darle la vuelta al electrónico. También tuvo que ver en ello la rigidez arbitral -hasta siete exclusiones en esa media hora, cuatro del lado local-, que no permitió el revolcón.
Así, Anaitasuna solo se pudo aproximar hasta el empate en varias fases de esa segunda parte, llegando a unos minutos finales en los que la igualada fue la tónica. Un gol de Pesic a falta de veinte segundos le daba la permanencia al Huesca y después igualaba Nadoveza.