Irán eleva el tono ante la posible anexión de Bahrein por Arabia Saudí
Irán levantó ayer su voz contra una posible unión entre Bahrein y Arabia Saudí y llamó a los iraníes a protestar contra lo que Teherán considera un intento de «anexión» por Riad de un territorio que antiguamente perteneció a Persia. Manama denunció la injerencia de Irán.
GARA | TEHERÁN
Irán acusó ayer a EEUU, Gran Bretaña e Israel de promover la eventual unión de Bahrein con Arabia Saudí para frenar los levantamientos en el mundo árabe. El Consejo de Coordinación de la Propaganda del Irán Islámico hizo un llamamiento a la ciudadanía a participar en manifestaciones al término de las oraciones del viernes «contra el plan de EEUU de anexionar Bahrein a Arabia Saudí y expresar su ira contra el lacayo de los regímenes de Al-Khalifa y Al-Saud», en referencia a las dinastías gobernantes en ambos países.
Los dirigentes de las seis satrapías del Golfo decidieron el lunes estudiar una propuesta de unión que en un principio podría afectar a Arabia Saudí y Bahrein, sacudida por las revueltas de la población mayoritariamente chií -como Irán- contra el poder suní, para ser ampliada con posterioridad.
El Gobierno y el Parlamento iraníes han denunciado la idea, señalando que vulneraría los derechos de los bahreiníes y podría agravar la crisis.
Riad y Manama instaron a Teherán a no interferir en sus asuntos. El ministro saudí de Exteriores, Saud al-Faisal, denunció el lunes «una amenaza de Irán inaceptable e inadmisible».
Irán apoya a la oposición chií bahreiní, que rechaza la posible unión y denuncia la intervención militar saudí de marzo de 2011 en Bahrein para ayudar al régimen a reprimir las manifestaciones. Decenas de personas han muerto y cientos han sido heridas y detenidas en la represión.
«Esta peligrosa conspiración tramada por el ominoso triángulo que forman EEUU, Gran Bretaña y el régimen usurpador de Israel tiene por objetivo evitar la propagación de los levantamientos revolucionarios de uno a otro país (árabes) y controlar la crisis política de Bahrein», señaló el Consejo iraní.
La cuestión de Bahrein es un tema sensible en Irán. Un movimiento conservador dentro del régimen teocrático iraní sigue considerando más o menos suya la isla, que pertenecía a Persia antes de su colonización por Gran Bretaña en el siglo XIX para acceder a la independencia en 1971 como una provincia iraní.
«La República Islámica, que garantiza la integridad territorial de Irán, tiene el derecho a desear el retorno de una provincia separada de la patria islámica», no dudó en afirmar ayer Hossein Shariatmadari, director del ultraconservador diario «Kayhan». nombrado por el líder supremo iraní, Ali Jamenei. «Los propios ciudadanos de Bahrein se consideran iraníes y, según los informes, quieren volver a formar parte de Irán», agregó.
Bahrein denunció como una «flagrante injerencia en sus asuntos internos» la reacción de Irán y convocó al encargado de negocios iraní para trasladarle su protesta. Para Manama, las declaraciones de Teherán socavan su independencia y soberanía.