Veinte grupos, en su mayoría de Euskal Herria, homenajean a Johnny Cash
Jontxu Gancalvez, conocido en la escena como «Pintu», es un tipo desasosegado, inmaterial en ocasiones, y dinámico. Hace años se le cruzó en su agitada mente el proyecto de homenajear desde Euskal Herria a The Clash. Aquella fue una experiencia dura, de reventar el sueño, pero lejos de amilanarle el cuerpo le pidió más caña. Y el resultado, cerca de tres años después, es el sugerente «Beltza. Bye Bai Cash. A Tribute to Johnny Cash», publicado por Gaztelupeko Hotsak.
Pablo CABEZA | BILBO
La existencia de Jontxu Gancalvez está envuelta por la música desde sus primeros años. Parte de una familia numerosa donde cada unidad lleva su rollo musical. Sus hermanos mayores escuchan cosas como Dire Straits, Pink Floyd, La Banda Trapera del Río... Su ama prefería cosas más sosegadas, Aretha Franklin, por lo que la sensibilidad de Pintu cuenta con todos los estímulos externos como para ser un fiel aficionado a la música. No obstante, La Banda Trapera y entorno parece que fue el camino al que sucumbe.
Realizar discos homenajes, y aún más al estilo Pintu (con veinte grupos), es un girigai que le puede dejar tocado a cualquiera, pero el chico de Barakaldo, crecido en Leioa, pudo con los Clash y ahora con Cash, si quisiera seguir con el juego de palabras aún puede homenajear a la excelente banda Ash. Pero no, por ahí no van a ir las cosas.
El hecho es que le ha cogido gusto a los pálpitos y ya se encuentra pergeñando un tercer disco homenaje. «Ahora soy mucho más eficaz, me resulta todo más sencillo, con el anterior casi pierdo la cabeza y con Cash estuve cerca de tres años. Hay varios grupos que ya están grabando, pero de momento prefiero no dar más datos», apunta enigmático Pintu. Nada, que el tiempo recorra su historia, aunque lo que sí sabemos es que este inquieto y menudo aficionado y músico (va a cantar), se encuentra imbuido dentro de un proyecto. «Las dos cosas van a ser brutales», comenta Pintu a la vez que aclara que su vestimenta rockera es también su actitud.
En el proyecto de banda, él será el vocal, mientras que la producción correrá a cargo de Niko, Naste Borraste y Doctor Deseo.
Una buena agenda
Pintu tiene 33 años y una vida que siempre ha transcurrido por el lado alternativo. «Yo he tenido dos programas en radios libres, gracias a ellos he conseguido muchos contactos. Entre esa agenda y la de amigos que me han pasado los de otro grupos han ido surgiendo las bandas que he agrupado en los dos homenajes. Con todo, no siempre cuadran las cosas y puedes contar con todos los nombres que quieres a Doctor Deseo, por ejemplo, le venía muy mal el momento y no pudo ser o como a Jorge `Ilegales'», precisa.
Pintu define su niñez como traviesa: «Fui un elemento de cuidado. Yo quería ser mecánico y a los vecinos les pinchaba las ruedas de sus coches. Después les echaba un capote con el arreglo...».
Desde hace dieciséis años, el chico de negro, suele ser el color con el que más le vemos, forma parte del movimiento okupa de Bilbo, «creo que es la solución, cuando vivir es un lujo, ocupar es un derecho. Con cada casa que ocupo u ocupamos, algo nuevo nace. Espero seguir así durante mucho tiempo, es algo en lo que creo firmemente», apuesta.
Todavía sigue vendiendo numerosos discos del homenaje a Clash, «por lo general siempre en conciertos o en actos. En algunas ocasiones pueden caer cerca de 30 ejemplares», aunque la prioridad ahora se llama el fallecido Cash, como muerto se encuentra Joe Strummer, una de las cabezas visibles de The Clash.
«Parece que hay mucha distancia entre las dos propuestas musicales. Pero yo encuentro semejanzas en sus vidas y en su actitud. Tanto es así que Joe Strummer en el momento de su muerte trabajaba con su banda The Mescaleros en el disco «Streetcore». Entre otros temas el álbum contenía un tributo a Johnny Cash («Long shadow»), y la versión del clásico «Redemption song» de Bob Marley, esta última grabada a dúo con Cash», refleja Pintu.
Paul Young cantaba «Mi casa está donde deje mi sombrero», «gran frase», remarca.
No están todos, pero algunos de los participantes en el disco son Petti, Zarama, Vómito, Cárniceros del Norte, Hash, Morfi Grei, Porco Bravo, Ratzinger, Trash Tango, Traveling Brothers, Arbian, Zartako, Last Fair Deal, Perro Verde...
Cabe alguna presentación más del tributo a Johnny Cash, pero la primera es el sábado 19 en el gaztetxe de Leioa con la participación de Carniceros del Norte, Rarzinger y Vómito. Patrocina Área 51 y Clowing.
Con el disco en la mano, y tras diversas escuchas, cabe la tentación de comentar qué bandas han acertado y cuáles se han quedado en la mitad del proyecto o por los inicios. En realidad, la calidad y la altura del tributo va más allá de diecisiete o dieciocho bandas, con cerca de una decena de muy buen nivel. Dada la ilusión puesta por todos, la ausencia de carácter lucrativo y la buena disposición de las formaciones, resulta imposible citar nombres, aunque mengüe el morbo.
El álbum, de diseño austero, pero acertado, con el dedo corazón al frente, en una clásica imagen del magnético Cash, y con el predominio del negro -como corresponde al llamado «Hombre de negro»- aporta veinte revisiones de canciones habituales en el repertorio del músico nacido en Arkansas en 1932, poseedor de una profunda y espesa voz forjada para el country foragido o para dar la vuelta a canciones ajenas tan relevantes como «Redemption song» (de Marley) o «Hurt» (de NIN).
Cash, fallecía en setiembre de 2003 a los 71 años, June Carter Cash, su esposa durante 35 años, otra leyenda vaquera, moría cuatro meses antes a la misma edad. P.C.