El comisionado del lehendakari para la Convivencia y la Memoria, Jesús Loza, manifestó ayer en una entrevista concedida a Radio Euskadi su convencimiento de que habrá un Instituto de la Memoria y Derechos Humanos y consideró que «impedir expresar a alguien en público su arrepentimiento es una locura».

Poco tiempo después, el jeltzale Andoni Ortuzar anunció que el pasado viernes se logró cerrar un acuerdo sobre la proposición de ley del Instituto de la Memoria entre PNV, PSE, Ezker Anitza y los parlamentarios expulsados de Aralar.

A juicio de Loza, la sociedad tiene que «leer la pagina completa» ya que «no se puede decir únicamente que ha habido 829 asesinatos por parte de ETA, que son verdad, pero también hay que leer la página de que ha habido organizaciones terroristas como el Batallón Vasco Español, la Triple A o el GAL que también han asesinado».

Así, subrayó que si se quiere construir convivencia es necesario hacerlo sobre toda la verdad. «Tenemos que reconocer y reparar esos asesinatos. Tenemos una asignatura pendiente que es la reparación de las víctimas de abusos policiales. Si queremos construir convivencia tenemos que hacerlo sobre toda la verdad», manifestó. Lamentó el que se haya llegado tarde al reconocimiento de las víctimas de ETA y del GAL y «todavía más tarde» al reconocimiento de las víctimas de abusos policiales, «que han existido».

No obstante, a juicio de Loza, las formaciones políticas «clásicas» tienen un consenso básico sobre qué ha pasado y la reparación a las víctimas. «La ley 4/2008 de Víctimas se aprobó por unanimidad excepto la izquierda abertzale. Tenemos una base común de discurso común muy clara: el derecho a la memoria, a la verdad, a la reparación, a la justicia», declaró, para añadir que se ha constituido además «la ponencia de paz y convivencia que demuestra que pese a las diferencias hay una base común ética para construir la convivencia».

Valoró el que la izquierda abertzale haya empezado a «hacer un recorrido», aunque en su opinión, «hacen falta no solo papeles sino actitudes». «Lo que les falta es el reconocimiento del daño causado desde el punto de vista de haber jaleado, apoyado y comprendido a una organización terrorista y el pedir la disolución ETA».

Respecto al Congreso sobre Memoria y Convivencia de Bilbo, Jesús Loza reconoció que la presencia de la exmiembro de ETA Carmen Gisasola hubiera sido «muy importante» porque las víctimas quieren que el arrepentimiento no sea privado, sino en un espacio público.