«No matamos a niños» declara un ex jefe de la mafia de la Puglia
GARA | BRINDISI
Los investigadores coordinados por el Fiscal de Brindisi dibujaron un boceto a partir de las imágenes de cámaras de vigilancia instaladas cerca de la escuela para la búsqueda del autor de la muerte de una estudiante de 16 años, al explotar una bomba en su escuela.
Varios periódicos emitieron las imágenes recogidas de las cámaras de vigilancia, borrosas, que mostraban a un hombre de unos cincuenta años.
El domingo, el fiscal de Brindisi, Marco Dinapoli, dijo que favorecía la hipótesis de un «acto aislado» de alguien «en guerra con el resto del mundo». Aunque, según otro abogado de la zona, Cataldo Motta, jefe local de la división antimafia y antiterrorista, todas las posibilidades estñan abiertas.
Para los jueces, que consideran que nada indica que el autor sea ni anarquista ni terrorista, una cosa es segura: su intención no era causar una masacre.
Un ex jefe de la mafia Sacra Corona Unita en Puglia (que comprende la provincia de Brindisi), descartó cualquier posibilidad de autoría de esta organización en una entrevista ofrecida a «La República».
«Nosotros no tocamos a los niños. La Sacra Corona Unita (SCU) no hace estas cosas porque sabe que después de hacer una cosa así el Estado te destruirá. Mira lo que pasó con la Cosa Nostra (mafia siciliana) hace 20 años con Falcone» dijo Tonino Screti ex tesorero de la SCU.
Tonino Screti, mano derecha de Salvatore Buccarella, uno de los más poderosos de la Sacra Corona Unita, añadió que el autor de los hechos sería «un desequilibrado» porque incluso la mafia más feroz «no pone bombas para matar a personas inocentes». «Los delincuentes no nos comportamos de esa manera».
Las otros cinco escolares que resultaron heridas como consecuencia de la explosión siguen hospitalizadas. La más afectada, Verónica, que inicialmente fue dada por muerta, se despertó después de una operación de dos horas de reconstrucción de tórax, diciendo «Ciao papá, dame un beso».
20 años después la lucha sigue
Veinte años depués de la muerte del juez Giovanni Falcone, que murió en un atentado con bomba, la lucha contra la Cosa Nostra continúa.
En la carretera desde el aeropuerto hasta el centro una estela recuerda la enorme explosión que destrozó el auto del magistrado y acabó con su vida, junto con la de su mujer y varios guardaespaldas.
Sin embargo, la muerte de Nino Agostino, un policía de 29 años que en una ocasión salvó la vida de Falcone, sigue aún repleta de misterios y sin resolversea y la lucha continúa.