Jordi Évole volvió a dar una pequeña lección de televisión útil, de servicio público, de periodismo dedicado a esclarecer cuestiones de interés general. Su entrega del pasado domingo nos mostró desde diferentes ángulos lo que significa ser un país rescatado, intervenido, a expensas de los designios de los bancos, sus mercados y la famosa prima. Y para ello dio una clase de estructura periodística: un profesor universitario experto en la materia, explica con cuadros y powerpoint con estadísticas y números la situación. Lo que se debe y quién lo debe, pero de manera tan amena, tan clara, sencilla y explicativa, que lo entendía cualquiera.

Una vez conocidos los datos, vino el ejemplo práctico: Grecia, y allí desde diferentes afectados, todos, todavía, con posibilidades de resistencia, es decir con un sueldo, contando su experiencia o su circunstancia. Pero en la calle, hablando con unos y otros. Un auténtico documento. Ejemplarizando que es un gerundio muy adecuado y con esos testimonios, el parangón entre esa cuna de la cultura occidental, y la cuna de Jesulín, César Vidal o María Dolores de Cospedal, la diferencia económica no existe, simplemente pacto tácito de no derrumbar todo el castillo de naipes. La que están preparando de Guindos y el proveedor de pulpo a la gallega de Merkel, es gorda. Y existen alternativas, peor no se quieren tomar. Federico Mayor Zaragoza, intervino en el programa para dar una idea desde la cultura, de que existen otras posibilidades. No le harán caso. Su postura es de centro, y mandan las derechas extremas, liberales a lo loco y sin prejuicios.

Estas últimas entregas de «Salvados» le están reportando unas magníficas audiencias, lo que es un respiro, una reconciliación con un sector de la ciudadanía. Le pasó lo contrario a Buenafuente, que ni siquiera con una entrevista a Javier Bardem, con actuación bonguera acompañando a Macaco incluida, en una de sus mejores entregas, remontó.

Se le vio algo liberado una vez tomada la decisión de despedirse la próxima semana de esta corta aventura en la noche de los domingos de esta cadena, Antena 3. Hay material suficiente como para emprender un análisis detallado de este desencuentro.