GARA > Idatzia > Iritzia> Paperezko lupa

Maite SOROA | msoroa@gara.net

Aplauso a la represión

Cada vez que el Gobierno español anuncia recortes de derechos, restricciones de libertades y más represión contra quien proteste, la prensa de la derechona aplaude con las orejas. Así lo hizo cuando el ministro de Justicia, el «moderado» Alberto Ruiz Gallardón, otro «centrista» extremo, anunció reformas penales como la cadena perpetua, bajo otro nombre, algo ya vigente de facto para muchas vascas y vascos.

Ayer, «Abc» regalaba otra ración de aplausos a ese Gobierno porque su Ministerio de Interior prepara una reforma de la ley de Seguridad Ciudadana «para responder con mayor eficacia a los actos de vandalismo callejero y provocación a las Fuerzas de Seguridad». Otras creen que el problema no son precisamente los «actos de vandalismo» y que, además, las provocaciones provienen de otro lado.

En primera página, el de Vocento aseguraba que se impondrán multas de hasta 30.000 euros «a los vándalos que actúen encapuchados», lo que a ese diario le parece estupendo, lo mismo que la intención de que se aplique igual sanción en los casos de «falta de respeto a la autoridad». Titulaba su editorial «Por la seguridad y los derechos de todos», lo cual asusta, teniendo en cuenta a qué se refiere esta gente cuando habla de seguridad. En cuanto a «los derechos de todos», normalmente se trata de proteger los privilegios de unos pocos, porque derechos de todas y todos lo son a la vivienda, el trabajo, la educación... Y no parece que todo eso les preocupe en exceso; lo que les preocupa es coartar y hasta prohibir la legítima protesta de cada vez más ciudadanas y ciudadanos que ven negados esos derechos. sin embargo, según el editorial, «El Gobierno ha tomado una decisión correcta, en un doble sentido. Por un lado, porque no debe sentirse intimidado por la demagogia de quienes descalifican cualquier reforma legal que tienda a garantizar la libertad y la seguridad de los ciudadanos». Sí, ya sabemos a qué ciudadanos se refiere. Y continuaba: «Por otro, porque una democracia no es más fiel a sí misma por renunciar a poner reglas a la manifestaciones de protesta, por legítimas que sean, en cuanto derivan a actos de violencia». Ya, es decir que lo mejor es tragar lo que te echen y las protestas, «por muy legítimas que sean», pasen inadvertidas y sin efecto alguno. En cuanto a la derivación a actos de violencia, no se refiere a la policial, claro, sino a la que la mayoría de las veces provoca esta.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo