Rodeado de sus compañeros de trabajo, Edu inició ayer su aventura reivindicativa pasadas las 10.30 de la mañana desde la entrada de la fábrica de Celsa Atlantic en Gasteiz.

Su intención es llegar a la sede de la empresa de Barcelona para entrevistarse con sus directivos atravesando a pie los Pirineos, una distancia que, según aseguró, se recorre en unos 40 días. Sin embargo, este trabajador confía en no tener que alcanzar su meta y regresar a Gasteiz si la empresa y el comité consiguen llegar en las próximas semanas a un acuerdo que evite el anunciado cierre de la fábrica, reconoció a los periodistas antes de echar a andar.

«Yo voy a empezar a andar y andar. Quiero llegar pero no quiero llegar -a Barcelona-. Ojalá sea solo una semana, por el bien de todos», afirmó Edu, confiando en que la situación laboral en Laminaciones Arregui se solucione.

Manifestó que ahora la lucha obrera es «más cívica» y con esta iniciativa quiere recordar a aquellos mineros que en 1992 recorrieron a pie una distancia entre Villablino y Madrid en defensa de este sector.

Edu no estará solo en su marcha. En algunos tramos se sumarán compañeros de trabajo y sus vivencias del día a día podrán seguirse a través del blog http://demaramejor.blogspot.com.es y de la red social Facebook.

Espera a la respuesta a Lakua

Con esta protesta, el comité quiere demostrar que «un trabajador, un ciudadano cualquiera, sin ser un súperdeportista, si está bien dirigido, asesorado y guiado puede llevar a cabo grandes gestas».

En cuanto a la situación actual del conflicto laboral en la empresa, según explicó Nando Anguiano, representante de ELA en el comité, la dirección de Celsa Atlantic no ha respondido todavía a la oferta del Gobierno de Gasteiz de poner a disposición de la empresa un crédito de 5 millones de euros si se garantiza un plan de viabilidad, que incluye a la firma vizcaina Nervacero, que es también de este grupo empresarial.