Josu MONTERO Escritor y crítico
4.48 Psicosis
A Kane le enfurecía que la opinión pública se indignase más por la representación de la violencia y del dolor que por la propia violencia. «Cuando ya te has dado cuenta que la vida es muy cruel, la única respuesta posible es vivir con toda la humanidad, el humor y la libertad que puedas. Escribir es una expresión de eso».
El mismo riesgo de sobredosis de violencia existe en el teatro y en la vida. Puedes escoger representarla o no. Yo he elegido representarla porque a veces tenemos que bajar al infierno mediante la imaginación para evitar acabar allí de verdad». Ella la puso sobre el escenario pero eso no le evitó visitar frecuentemente el infierno. Nacida en 1971 y muerta por propia mano en el 2000, la dramaturga inglesa Sarah Kane escribió cinco fulgurantes obras: «Blasted», «Cleansed», «Crave», «Fedra`s love» y «4.48 Psicosis», llenas de violencia y dolor, del propio y del universal; su sensibilidad extrema hacía que necesitara escribir tragedias persiguiendo la catarsis. A Kane le enfurecía que la opinión pública se indignase más por la representación de la violencia y del dolor que por la propia violencia. «Cuando ya te has dado cuenta que la vida es muy cruel, la única respuesta posible es vivir con toda la humanidad, el humor y la libertad que puedas. Escribir es una expresión de eso». «4.48 Psicosis» no es sino la crónica de su propio suicidio; terminó este poema dramático unos meses antes de poner fin a su vida. Pinter, que la admiró, dijo de ella que era tan delicada y estaba tan desnuda como un caracol sin su concha. «4.48 Psicosis» es un trallazo inmisericorde contra la miseria de nuestra moral; el grito bellísimo y dolorido del ser humano que ha sido arrastrado al mundo siquiatrizado de los casos clínicos y las pastillas frente a la angustia de vivir en un mundo inhumano y carente de amor. «No siento ningún deseo de muerte/ ningún suicida lo sintió jamás/ Mira cómo desaparezco/ Mira/ cómo desaparezco/ Mírame/ Mírame/ Mira». Así acaba la obra. Estos próximos sábado y domingo podremos asistir a este rito de vida, a este canto de amor desamparado en la sala alternativa bilbaina Pabellón 6.