El conflicto laboral en Asientos Esteban continúa y, por tanto, también las protestas de los trabajadores. Frente a los 81 despidos planteados inicialmente, la dirección propone ahora 40. Sin embargo, el comité no está dispuesto a asumir esta oferta, ya que los trabajadores ponen como única condición que no haya ningún despido, y a cambio están dipuestos a aceptar otro tipo de medidas como una reducción salarial o una congelación para 2013.

El comité de empresa sigue con la huelga indefinida iniciada la pasada semana, y en vista de que la empresa no cede en sus planteamientos, el jueves optaron por encerrarse en la sala de reuniones de la planta ubicada en Landaben.

La propuesta inicial de la empresa, dedicada a fabricas asientos para autobuses, era despedir a 81 empleados de un total de 177, regular al resto de la plantilla durante 30 días en el perídodo de un año así como una reducción salarial del 10%. Ante el rechazo de la plantilla, la dirección se replanteó las medidas y propuso rebajar los despidos a 40, de los que 34 se producirían en talleres y seis en oficinas.

La postura de los trabajadores seguía siendo firme: «cero despidos». Por ello, intentó negociar otros ajustes con la dirección, dirigidas fundamentalmente a reducir los salarios. En concretó, el comité estableció para aquellas personas que ganen hasta 35.000 euros, una reducción del 5% en 2012; para los que ganan entre 35.000 y 37.500 una bajada salarial del 7,5%; para los que se encuentran en el tramo de los 37.500 a los 40.000, un 10%; y para los que ganen más de 40.000 una reducción del 20%. Asimismo, proponía una congelación para todos los tramos durante 2013.

Aplicación de la reforma

La empresa sigue manteniendo el despido de 40 trabajadores, por lo que el comité decidió levantarse de la mesa de negociación y encerrarse en la sala de reuniones. Mientras, varios trabajadores se concentraron frente a la empresa.

«Lo que quieren hacer es la aplicación pura y dura de la reforma laboral», denunciaron miembros del comité de empresa. Además, calificaron esta aplicación de «perversa» porque «impide cualquier tipo de negociación». Ahora, el planteamiendo de la dirección de la empresa ha de ser sometido a votación en la asamblea.