La suspensión de la cotización de Bankia no derribó ayer al Ibex, tal como se podía esperar después de adelantarse que podría necesitar unos 20.000 millones de euros para evitar la quiebra. Al cierre de las negociaciones todavía estaba sin anunciar el montante del rescate solicitado por la nueva dirección, ni se conocía la respuesta del Gobierno a esa previsible demanda. Además, no había tregua para la prima de riesgo del Estado español, que volvía a marcar nuevos máximos históricos a las puertas de los 500 puntos básicos y sigue sin concretarse ningún plan de acción del BCE para ayudar a la deuda pública en problemas. De otra parte, Alemania está enrocada en su posición de negar los eurobonos cada vez con más decisión y Grecia parece acercarse a su fin dentro de la eurozona. En esta línea, los bancos del Estado francés, muy expuestos a la deuda griega, y las empresas alemanas ya están definiendo su estrategia para encajar el golpe. Pese a este panorama sombrío, el Ibex se apuntó un 0,13% a última hora. El próximo lunes comenzará con 6.543 puntos, tras dejarse esta semana un 0,36%. En el año cae un 23,62%. El color verde se extendió a Londres (+0,03%), París (+0,32%) y Fráncfort (+0,38%). En el Ibex, los dos grandes bancos superaron el escollo de Bankia con leves avances. Santander mejoró un 0,24%, y BBVA, un 0,02%. No así Popular (-2,47%) ni Bankinter (-0,78%). Los mejores fueron Sacyr (+5,45%), Abengoa (+4,34%) y Mediaset (+4,11%). En París, Alcatel-Lucent (+4,51%) lideró ganancias y Accor, Cap Gemini y Eads, que cedieron más de un 2%, fueron los penalizados.

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