Cinco jóvenes vascos fueron juzgados ayer en la Audiencia Nacional española por mostrar fotografías de presos políticos vascos durante el paso de la Korrika 2009 frente a la cárcel de Iruñea. El fiscal, Carlos Bautista, pide para ellos una pena de año y medio de prisión salvo en el caso de Josu Esparza, para quien el Ministerio público aumentó ayer la solicitud a los dos años por considerarlo «reincidente». Los cinco imputados defendieron que mostraron las imágenes para solidarizarse con los prisioneros y reivindicar el fin de la dispersión. Por este motivo, la defensa instó a la libre absolución de todos ellos.

«No pensaba que hubiera ningún tipo de ley en contra. Los problemas con las fotos empezaron ese verano. Acudimos para solidarizarnos», señaló uno de los imputados durante su declaración. Un testimonio que resume el planteamiento de los cinco jóvenes: todos ellos asumieron haber exhibido las fotos de presos y recordaron que el paso por la cárcel siempre ha constituido un «momento simbólico», en tanto en cuanto se reivindica el traslado de los presos políticos vascos a prisiones de Euskal Herria.

Un planteamiento defendido por familiares como Miguel Olaiz, padre del preso Jorge Olaiz, quien constató que era habitual exhibir estas fotos. «Llevamos años mostrándolas. Reivindicamos los derechos de nuestros familiares, denunciamos la dispersión, la situación de los presos enfermos o el aislamiento», señaló el testigo.

Este razonamiento no convence al fiscal, que mantuvo la petición e incluso aumentó en seis meses la solicitud para Esparza. Para Bautista, los imputados no son «familiares» (a pesar de que ellos mismos señalaron que habían salido recientemente de la cárcel, por lo que se encontraban sensibilizados con la vulneración de los derechos de los presos) ni se solidarizaron con ellos, sino que actuaron para «enaltecer» a ETA.

Esta opinión fue contestada desde la defensa, que insistió en que una condena podría violar principios fundamentales como el de la libertad de expresión e insistió en que la exhibición de banderolas por la repatriación evidencia que el acto tuvo como objetivo demandar el acercamiento.

Una concentración mostró ayer en Iruñea su apoyo a los enjuiciados a convocatoria de Eleak, que destacó que el proceso «deja claro que en esta sociedad se siguen vulnerando los derechos civiles y políticos de la ciudadanía sistemáticamente, intentando tener nuestra actitud y opinión bajo control» y reclamó a la ciudadanía que defienda sus derechos «para acabar así con esta alienación a la que hemos sido sometidos».