Dos viejos conocidos, aunque uno de ellos haya cambiado de nombre, volverán a citarse en el partido de clubes más importante del año. Atlético de Madrid -antes Ciudad Real- y Kiel reeditarán las finales de 2008 y 2009, en las que los entonces manchegos consiguieron imponerse al cuadro teutón.

Habituales en este choque -los de Dujshebaev suman cinco finales en las últimas siete ediciones y los germanos cuatro en las cinco más recientes-, no lo tuvieron nada fácil para acceder a la opción de volver a ser campeones. Sus rivales, Copenhage y Fusche Berlín, se lo pusieron muy complicado y los apretados resultados finales fueron buena muestra de ello.

Apuros y remontada

Para empezar, en el derbi alemán, el Kiel se hizo en último término con la victoria, aunque esta fue muy apretada (25-24). Los de Alfred Gislason se fueron con una relativamente cómoda diferencia de tres goles al descanso (15-12), pero en la segunda parte pasaron muchos apuros gracias a la reacción del conjunto capitalino, que no pudo concretarse en una remontada.

Quien sí firmó el revolcón fue el Atlético, que marchó a remolque del Copenhague durante prácticamente todo el encuentro, pero consiguió reaccionar en el último cuarto de hora para ponerse con un 24-21 favorable. Sin embargo, a partir de ahí se le agotaron las ideas en ataque y a punto estuvo de pagarlo caro. Sterbik sostuvo a los suyos en ese complicado momento para firmar el 25-23 final.