Los magistrados del Vaticano acusaron ayer formalmente a Paolo Gabriele, mayordomo del Papa Benedicto XVI, detenido desde el pasasdo miércoles por el cargo de posesión ilegal de documentos secretos.

Además, anunciaron que abrirán una investigación más amplia para determinar si Gabriele contó con la ayuda de algún cómplice.

Sin embargo, el diario «La Repubblica», cree que Gabriele es un peón de un grupo de «cardenales, arzobispos y monseñores» que preparan «un golpe de Estado» en el Vaticano. «Los cerebros que diseñaron este plan son los mismos que proporcionan documentos secretos a los medios de comunicación a través de topos, con el obejtivo de crear el caos y derrocar al Gobierno del Vaticano», asegura el periódico.

La detención de Paolo Gabriele, conocido por todos en el Vaticano donde trabaja y reside desde 2006, se produjo tras las investigaciones de la Gendarmería Vaticana. Dicha investigación comenzó después de que una cadena de televisión italiana publicara unas cartas enviadas por el actual nuncio en EEUU y ex secretario general del Governatorato de la Ciudad del Vaticano , Carlo María Viganò, a Benedicto XVI, en las que denunciaba la «corrupción, prevaricación y mala gestión» en la Administración vaticana.

La filtración de documentos no quedó ahí y el 19 de mayo salió a las librerías el libro «Sua Santirà», del periodista Gian Luigi Nuzzi, con un centenar de nuevos documentos filtrados desde el Vaticano, que desvelan tramas e intrigas en el pequeño Estado.

De momento, la fase de investigación continúa tras lo cual el juez encargado del caso decida absolverlo o comenzar el juicio.

El acusado podría ser condenado a 30 años de cárcel por violación de la correspondencia de un jefe de Estado, equivalente a un atentado contra la seguridad del estado.