Miles de personas salen a la calle para señalar a los responsables del «atraco»
Sindicalistas, miembros de colectivos sociales y ciudadanos de a pie se unieron ayer en las calles de Donostia e Iruñea para rechazar los recortes, señalar a bancos, políticos y empresarios como responsables de una crisis que calificaron de «atraco» y reclamar un avance en los derechos sociales y laborales. La indignación por el apoyo público a los bancos se hizo palpable en los lemas coreados y en las declaraciones públicas.
Joseba SALBADOR | DONOSTIA/IRUÑEA
Las manifestaciones celebradas ayer tarde en las capitales de Gipuzkoa y Nafarroa dieron continuidad a las celebradas el pasado domingo en Bilbo y Gasteiz, y todas ellas tenían como objetivo exigir la no aplicación en Euskal Herria de los recortes «impuestos desde el Gobierno de Rajoy» y exigir un avance «y no un retroceso» en los derechos sociales y laborales.
La marcha de Donostia, que tuvo como punto de partida y final el quiosco del Boulevard, estuvo caracterizada por el colorido que le aportaron las banderolas de los colectivos convocantes, entre ellos las de los sindicatos ELA, LAB, ESK, Hiru, STEE-EILAS y CNT, así como por las alusiones directas a los causantes de la crisis coreadas por los manifestantes: «No es una crisis, es un atraco» o «no falta dinero, sobran ladrones», fueron algunos de los lemas, que se intensificaron al paso por las sedes de las entidades bancarias. De hecho, en el transcurso de la manifestación fue palpable la indignación causada por las últimas noticias en torno a las inyecciones de capital que se han anunciado a entidades como Bankia.
Tras la pancarta principal, que fue portada por las organizaciones convocantes, adquirió un protagonismo especial la que desplegaron miembros de la asamblea de desempleados de Gipuzkoa, quienes reivindicaron la necesidad de hacer oír su voz como uno de los colectivos más afectados por la crisis.
Juanma Alvarez, de la plataforma de Oarsoaldea, señaló que en este momento «estamos tratando de agrupar al mayor número posible de desempleados de Gipuzkoa para despertar de este letargo y agruparnos, por encima de las ideologías, y poder empezar a hacer denuncias más directas contra los responsables de esta situación, como son la patronal o la banca».
Al término de la marcha, dos representantes de los colectivos sociales convocantes señalaron que los continuos recortes tienen como único objetivo «mantener los privilegios de unos pocos, a costa de eliminar los derechos de los más desfavorecidos, aumentar el desempleo, precarizar el empleo y desprotegernos socialmente».
Tras subrayar la necesidad de continuar con las movilizaciones para «rechazar las políticas que nos llevan al desastre social», exigieron a todas las instituciones de Hego Euskal Herria «un giro radical», que no apliquen los recortes del Gobierno español y que se desarrolle un marco vasco de relaciones laborales y de protección social.
Antes de iniciarse la manifestación, el secretario general adjunto de LAB, Jabi Garnika, subrayó que las medidas planteadas para hacer frente a la crisis, como la reforma laboral, o las reformas en Sanidad y Educación no están sirviendo para crear puestos de trabajo.
Denunció que estas medidas «se deciden en despachos de Berlín» y no responden a las necesidades de la ciudadanía vasca que, según dijo, «lleva tres años planteando qué es lo que necesitamos aquí, por lo que ya es hora de darle la palabra para que construyamos aquí nuestro modelo social y económico».
El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, hizo referencia a las últimas noticias sobre las ayudas públicas a Bankia y señaló que en la cárcel «hay gente mucho más honesta» que algunos representantes de «la clase política y dirigente» que están gestionando la crisis.
Dentro de esta clase política, distinguió entre «los que son conscientes de lo que hacen y son militantes del neoliberalismo» y «los imbéciles que, sin saberlo, están dando el juego que quieren para hacer el mayor atraco que hayamos conocido en la historia de los derechos sociales y laborales».
El líder de ELA les pidió a todos ellos que pongan «en el frontispicio de su acción política a la gente que sufre» y den «la espalda al capital», y añadió que, «mientras esto siga así, no hay otro camino que la movilización social».
120 millones menos en Nafarroa
La manifestación de Iruñea, al igual que la de Donostia, fue secundada por alrededor de 2.000 personas, y estuvo precedida por una pancarta con el lema «Inposaketei aurre egin! Murrizketak ez aplikatu! Por los derechos laborales y sociales».
Los manifestantes, que partieron de la antigua estación de autobuses y terminaron en el Paseo Sarasate, frente al parlamento navarro, portaron múltiples carteles y pancartas en contra de los recortes en las políticas sociales y corearon consignas como «El dinero del TAV, para la sanidad» o «Banca y patronal, alianza criminal».
En el Paseo Sarasate, dos representantes de Sos-Racismo e Ikasle Abertzaleak leyeron un comunicado en el que se indicaba que en Nafarroa este año hay presupuestados 120 millones menos que lo realmente gastado en 2010 en sanidad y en educación.
Además, según indicaron, las prestaciones sociales «no solo bajan en cuantía sino que su normativa está orientada a excluir del sistema a quienes más la necesitan: pensionistas e inmigrantes», mientras que la política fiscal «olvida la progresividad del sistema y tolera el fraude sistemático de ciertas capas sociales».
La izquierda abertzale, EA, Aralar y Alternatiba presentaron ayer en Bilbo el documento socieconómico «Irtenbidea badago. Hay salida», en el que proponen una batería de medidas encaminadas a un nuevo modelo socioeconómico. En la cita, el secretario general de EA, Pello Urizar, afirmó que «Euskadi está oficialmente en recesión» por «España y por el actual sistema económico y financiero».
En un acto desarrollado en el paraninfo de la UPV/EHU, el parlamentario de Aralar Dani Maeztu aconsejó a los que dicen «que Euskadi está mejor que España» que se lo digan a «las mujeres y jóvenes y a la gente de la margen izquierda con un 20% de paro». Para estas formaciones, la solución pasa por «la independencia y la necesidad de construir un Estado propio», ya que también para actuar en temas de «despidos, ERE y derechos laborales tenemos limitadas las competencias».
Incidieron también en la necesidad de llevar a cabo una reforma fiscal ya que «si las cuatro diputaciones de Hegoalde tuvieran la fiscalidad que actualmente tiene Gipuzkoa, tendríamos 500 millones de euros más».
Por último, instaron al PNV a «un debate público para que, «si tienen tanto que ofrecer, lo pongan en la mesa». GARA
Miembros de la asamblea de desempleados de Gipuzkoa reivindicaron la necesidad de hacer oír su voz como uno de los colectivos más afectados por la crisis y anunciaron su intención de «hacer denuncias más directas contra los responsables de esta situación».
Adolfo Muñoz (ELA), en referencia a la clase política, distinguió entre «los que son conscientes de lo que hacen» y «los imbéciles que, sin saberlo, están dando el juego que quieren para hacer el mayor atraco que hayamos conocido».
El nuevo presidente de Bankia dejó claro que no va a pedir responsabilidades a los anteriores gestores y atribuyó el agujero de capital que ha dejado su antecesor, Rodrigo Rato, al deterioro del valor de los activos y a las nuevas exigencias del Gobierno.
Los colectivos y sindicatos CGT, 15M, Berri-Otxoak y CNT llevarán a cabo el próximo martes el «embargo» de los bienes de Bankia y el «desahucio» de la oficina de la entidad financiera en la localidad vizcaína de Santurtzi.