En su primera comparecencia pública tras hacerse con las riendas de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri fue interpelado por su nivel de confianza en obtener la inyección de dinero público de 19.000 millones de euros que solicitó el viernes, ya que se da por hecho que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se quedó prácticamente sin recursos tras la subasta de la Caja Mediterráneo (CAM) y Unimm.

«Estoy seguro de que el Estado español conseguirá la financiación para que nosotros tengamos los 19.000 millones», dijo, argumentando que se trata de una «solución compartida» y tomada «en equipo» con el Gobierno.

El presidente de Bankia se afanó en diferenciar que los 19.000 millones los aportará el Estado a través de capital y no se articulará a través de préstamos, por lo que zanjó: «No hay que devolver nada, hay que crear valor».

Aseguró que su objetivo es convertir a Bankia en una entidad «sólida, eficiente, rentable y libre» tras el plan de saneamiento y recapitalización por el que en total recibirá 23.465 millones de euros de dinero público.

Explicó que la razón por la que se ha elevado la cantidad solicitada al estado -una cifra récord en la historia de los rescates bancarios españoles- se fundamenta en que Bankia no solo pretende cubrir el saneamiento del crédito a la promoción inmobiliaria, sino que ha tomado una cartera de 13.000 millones de créditos hasta ahora considerados sanos, y los ha pasado al lado de los dudosos o subestandar, lo que obliga a aumentar la cobertura.

Plan estratégico

El sucesor de Rodrigo Rato confió además en que el nuevo plan estratégico de la entidad, que se presentará en junio, no requerirá de más capital, y adelantó que se iniciará un proceso «lógico» de desinversión de sus participadas a precios de mercado, como Mapfre, Iberdrola o IAG, entre otros.

En su intervención, «Goiri» -como se le conoce en el sector financiero- dejó claro que no va a pedir responsabilidades a los gestores de Bankia, y atribuyó el agujero de capital que ha dejado su antecesor, Rodrigo Rato, al deterioro del valor de los activos por la evolución económica y a las nuevas exigencias del Gobierno.

«Estos son los dos elementos que justifican una recapitalización de la entidad, y nada más», recalcó.

Abultadas pérdidas

La comparecencia de Goirigolzarri se produjo horas después de que la entidad emitiese un comunicado en el que aseguraba haber reformulado sus cuentas y reconociese pérdidas de 2.979 millones en 2011, lejos de los 309 millones de beneficio que comunicó en febrero pasado.

La reformulación se ha efectuado tras las reticencias que había mostrado el auditor, Deloitte, por lo que la entidad ha contabilizado ahora todos los saneamientos llevados a cabo en la cartera de créditos, los activos adjudicados, y el valor de mercado de las empresas participadas integradas en Bankia.