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SEGUNDA B Play-off de ascenso

Frustrante déjà vu en Ipurua

Por tercera temporada consecutiva, el Eibar queda apeado de la pelea por el ascenso. Los azulgranas merecieron mejor fortuna en un partido de claro dominio local, pero el Lugo hizo valer la mínima ventaja que cosechó en el decisivo encuentro de ida.

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EIBAR 0

LUGO 0

Amaia U. LASAGABASTER

No se cumplió el dicho. Ipurua asistió anoche a la tercera intentona fallida consecutiva del Eibar. Un frustrante déjà vu que, además, obliga al club azulgrana, forzado por las estrecheces económicas del momento, a iniciar su nuevo proyecto con un planteamiento más modesto.

Cambiarán los jugadores, es probable que también lo haga el banquillo y de cómo afecte la crisis al resto de equipos de la categoría dependerá que cambien también los objetivos. El de este año era claro, pero como hiciera hace doce meses el Alcoyano y doce antes el Ontinyent, el Lugo se lo llevó por delante. Con fortuna, que también cuenta en esto del fútbol, y más en fases eliminatorias, porque no fue superior en el Anxo Carro, donde un error garrafal de los armeros decidió el encuentro, y tampoco lo fue ayer, cuando prácticamente se limitó a defenderse -con acierto, algo que también hay que valorar- del forzoso acoso guipuzcoano.

Porque el Eibar fue más. De su lado corrieron la iniciativa, la posesión y el ritmo. No hubo esta vez, además, errores como el que tan caro había costado una semana atrás. Pero todo eso no sirve de nada si falla el más imprescindible de los componentes, el acierto.

Inicio arrollador

No fue porque no se intentara. Empujado por la grada de Ipurua, más poblada y animosa de lo habitual, el Eibar se lanzó al cuello de su oponente desde el pitido inicial. En un arranque arrollador, los azulgranas cercaron la portería de Diego Rivas y aunque los remates no fueron excesivamente claros ni abundantes, la sensación de peligro fue constante.

Desde los primeros balones en busca de Altuna o Arruabarrena, que la zaga visitante despejó con apuros, pasando por el remate de Altuna que detuvo el portero lucense, el chut del ibartarra que Aitor sacó con quién sabe qué parte del cuerpo junto a la línea de gol o la jugada de Arruabarrena y Bóveda que de nuevo Altuna remató en posición forzada, y acabando con el disparo de Abaroa desde la frontal que se marchó fuera por poco. El gol no llegaba, pero el partido prometía, ante un Lugo dedicado casi en exclusiva a proteger su guardameta y que apenas se estiró en una ocasión en todo el primer tiempo.

No lo hizo mucho más tras el descanso, pero tampoco encontraba la definición necesaria el Eibar, que achuchaba, muchísimo por momentos -forzó casi una decena de córners en el segundo período-, pero que no acababa de derribar la muralla lucense. En su contra jugó la presión de la desventaja traída del Anxo Carro, el tiempo que parecía pasar cada vez más deprisa y ese famoso otro fútbol que tan bien aplicó la tropa de Quique Setién, desquiciando por momentos a los azulgranas.

Argumentos menos memorables, probablemente, que la casta de la que intentó tirar el Eibar hasta el último suspiro. Pero, a la postre, más válidos. Porque el Lugo se salió con la suya. Ni con los seis minutos que añadió el árbitro tuvo suficiente el cuadro armero para equilibrar la eliminatoria. La portería gallega acabó inmaculada y los azulgranas condenados, de nuevo, al pozo de Segunda B.

 

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