Al menos 62 supuestos miembros de Al Qaeda, varios de ellos de nacionalidad somalí, y tres soldados del Ejército yemení murieron ayer en un ataque lanzado por las tropas gubernamentales sobre posiciones del grupo en la ciudad de Zinjibar, en el sur del país, que hace más de un año se encuentra en manos de los insurgentes. Según el Ministerio yemení de Defensa, el Ejército se apoderó de las áreas de Al Meraqad y Al Meshqasa, en el noroeste de Zinjibar. El Gobierno yemení instó a los combatientes de Al Qaeda que aún resisten a que «se entreguen si quieren salvar sus vidas». La ofensiva se produce después de que 83 soldados y policías murieran el pasado lunes en un atentado perpetrado por Al Qaeda en Sanaa.