Fue la final de Eurovisión más vista desde 2008 en el Estado español -más de 6,5 millones de espectadores siguieron el pasado sábado la gala en TVE, lo que supuso una cuota de nada menos del 43,5%-, pero también una de las más «peleonas» para la representante elegida por TVE. Pastora Soler quedó en el décimo lugar, a donde llegó tras «lidiar» con una metedura de pata previa cuando, días antes, dijo que en la tele le han pedido que no ganase el certamen, porque TVE no tenía dinero para organizar Eurovisión.

Durante y tras la retransmisión recibió todo tipo de críticas. «A la cantante española se la ve muy emocionada; debe de ser porque tiene una cuenta en Bankia», espetó el presentador de la BBC Graham Norton, según recogía ayer Vertele.com.

«The Guardian» tampoco se cortó en la retransmisión «minuto a minuto» que hizo en Eurovisión: «Debido a la crisis económica, la cantante viste el tercer mejor mantel de su madre», escribieron. En Italia, los locutores Filippo Solibello y Ardemagni Marco recordaron que el Estado español «no tiene dinero ni para organizar el certamen».