«Los hoteles no fueron de lujo, sino de cuatro estrellas y bastante económicos»
El presidente del CGPJ, Carlos Dívar, no dimitirá tras ser denunciado por cargar a las cuentas de la institución cerca de 13.000 euros en viajes a Marbella. Alega que los desplazamientos eran oficiales aunque no aporta datos sobre quiénes fueron sus acompañantes.
Alberto PRADILLA | MADRID
Carlos Dívar, presidente del Tribunal Supremo español y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), no piensa dimitir. Lo reiteró ayer, 22 días después de que José Manuel Gómez Benítez, uno de los vocales del CGPJ le denunciase por realizar más de una veintena de viajes a Marbella a cargo de las cuentas de la institución. En total, habrían sido más de 13.000 euros abonados en diversas estancias en Puerto Banús. Según la versión de Dívar, los desplazamientos tenían carácter oficial, llegando a asegurar que pagó de su bolsillo las cuentas relacionadas con su actividad personal. También quiso puntualizar una cuestión: «No han sido hoteles de lujo, sino de cuatro estrellas, que han estado bastante económicos en general para lo que es esa zona».
Lo que Dívar no aclaró es con quién compartió mantel en las cenas en restaurantes de lujo denunciadas por Gómez Benítez. Aunque quiso dejar claro que tiene «carácter público y oficial». También que él abonó algunas de las facturas, las relacionadas con su vida personal, ya que es originario de Málaga. «Una cosa es que el restaurante pudiera ser más o menos lujoso, y otra distinta son los gastos que haya podido producir. Se ve en las facturas, en aquellas que tambien he pagado yo. De estas 40 cenas existe una pluralidad enorme que he pagado yo», aseguró durante su comparecencia en la sede del CGPJ. «En aquellos sitios en que he tenido un gasto oficial ha sido cuando ha sido abonado por parte del Consejo. Siempre después de ser fiscalizado. En los demás, los he pagado yo con carácter completaemnte independiente», insistió.
No se plantea dimitir
En su primera comparecencia ante los medios tras destaparse la demanda (no admitida a trámite por la Fiscalía), la gran incógnita era saber si en algún momento se había planteado abandonar el cargo que ostenta desde hace cuatro años. «No me he planteado la dimisión», señaló. Cinco vocales habían exigido que dejase el puesto y, pese a que otros manifestaron su apoyo en privado, este estaría condicionado a que, tal y como hizo ayer, compareciese en público para explicarse. «Dimitir sería reconocer que he tenido una culpabilidad en las cuestiones que se me achacan, cuando no es así. Tengo mi conciencia tranquila, no he cometido ninguna irregularidad jurídica, política, ni moral», se defendió.
En definitiva, la versión de Dívar es que los viajes, muchos de ellos en fin de semana y con cenas para dos en lujosos establecimientos incluídas, se circunscriben al ámbito oficial. Y apeló al carácter reservado de sus labores como presidente de una institución estatal para no dar cuentas sobre con quién se encontraba. «Por discrección y por no dar publicidad», argumentó.
Acosado por los medios, Dívar tuvo que anunciar que pondrá fin a la normativa que permite la opacidad de los gastos de su cargo. Según aseguró, el mes que viene estará lista una nueva propuesta que lo someterá a una «transparencia absoluta» de gasto y presupuesto.
Pedirán que vaya al Congreso
Donde todavía no ha dado explicaciones el presidente del Tribunal Supremo es en el Congreso español. Ayer aseguró que si se lo solicitan, acudirá ante la Cámara. Por el momento, Dívar tiene garantizado no tener que pasar por el interrogatorio de los diputados. Ayer, Gaspar Llamazares registró su tercera iniciativa para llevar al presidente del CGPJ al Congreso. La primera fue vetada por PP, PSOE y CiU. En la segunda, la formación de Alfredo Pérez Rubalcaba solicitó una reconsideración. Ahora, el diputado de IU vuelve a exigir que Dívar explique sus viajes. Una petición a la que se sumó el PSOE, mientras que el Gobierno español valoraba de forma positiva la comparecencia de ayer.
Esto no quiere decir que la Sala de lo Penal del Supremo no le siente en el banquillo. Una asociación ha presentado una querella por estafa. Dívar responde: «no sé qué haría en el caso de que se admitiese a trámite, todavía no se ha producido».
El escándalo se inició cuando un vocal acusó al presidente del CGPJ de cargar a la institución cerca de 13.000 euros en viajes a Marbella, todos ellos en fin de semana y con cenas y estancias en establecimientos de lujo.
La comparecencia de ayer solo admitió seis preguntas. El argumento es que el pleno del CGPJ todavía se estaba desarrollando y que Dívar aprovechó un receso para declarar ante la prensa, algo que todavía no se había producido.