El Ibex añadía un nuevo avance a la reacción del lunes y terminaba en los 6.267,80 puntos, tras subir un 0,45%. El resto de plazas europeas tuvo un comportamiento desigual, con Fráncfort (-0,12%) a la cola durante toda la jornada, y con París (+1,07%) al alza. La subida del Ibex, además, se logró con muy poco volumen y con un elevado ruido de rescate en todos los foros. Y es que, según pasan las jornadas, todo apunta a que Europa entrará al rescate del Estado español, bien sea mediante la recapitalización de sus bancos -la fórmula preferida por Madrid- o la intervención pura y dura del fondo de rescate -la salida más apropiada para Merkel-. Además, también se mantiene el debate sobre la necesidad de implantar los eurobonos, el paraguas más solvente para dar un respiro a las deudas periféricas. En el día de ayer, ese alivio llegó con la caída de la prima de riesgo hasta los 512 puntos. Por otro lado, el G-7 mostró su preocupación por la deriva financiera y económica del Estado español, pero también defendió la necesidad de atajar los problemas de forma urgente. Estos amagos de respuesta a la crisis rebajaron la presión sobre los valores bancarios del Ibex. Así, Santander avanzó un 1,17%, BBVA, un 0,66%, Bankinter, un 2,26%, y Caixabank, un 2,55%. No obstante, las grandes subidas del día fueron para Gamesa (+8,62%) y Sacyr (+6,91%), mientras que OHL (-2,13%) acabó al frente de los perdedores. En París, los bancos también cerraron en verde. Société Générale se anotó un 4,02%, Crédit Agricole, un 3%, y BNP Paribas, un 2,37%. Las acciones de Vivendi (-0,62%) registraban el peor balance.