«En su dilatada trayectoria en la performance no ha cesado de innovar y transgredir esa práctica efímera mediante la creación de situaciones inéditas, reflexivas y perturbadoras para los públicos asistentes», destaca sobre Esther Ferrer la nota que anuncia el reconocimiento a la artista donostiarra a su trayectoria artística con el premio Gure Artea. Ferrer, una de las pioneras del arte en acción e integrante del grupo ZAJ desde sus inicios, goza de reconocimiento internacional; ejemplo de ello, su participación en la Bienal de Venecia en 1999, el Premio Nacional de Artes Plásticas recibido en 2008 o su elección como miembro de número de Jakiunde, Academia de las Ciencias, de las Artes y de las Letras.

La donostiarra, que reside actualmente en París, ofreció una extensa entrevista el pasado octubre en «Zazpika» con motivo de su exposición «En cuatro movimientos» en Artium. Respecto a la idea de separar a la artista de la persona, decía: «Yo no las separo. Mi actitud cuando hago acciones o en mi vida cotidiana es la misma, mi cuerpo es el mismo y funciona de la misma manera. (...) En la acción tú sigues siendo tú, no actúas, no representas, simplemente presentas, es diferente». También hablaba de la lectura política de su obra, y negaba que haga «arte intencionadamente político». «Hago un trabajo que responde a mis necesidades y estas están condicionadas por la sociedad en la que vivo».

Ferrer recibirá 25.000 euros por el premio que reconoce la totalidad de su obra, al igual que Sergio Prego (Hondarribia, 1969), a quien se le entregó el premio que reconoce la actividad creativa por su contribución a la creación contemporánea durante los últimos años y de quien destacaron «su riesgo y carácter experimental». Prego inició su trayectoria con el impulso renovador que promovió Arteleku a mediados de los noventa y que favoreció la emergencia de un nuevo grupo de jóvenes creadores. El tercero de los premios Gure Arte, dotado con 15.000 euros y dirigido a distinguir las aportaciones a las artes plásticas y visuales, fue para Xabier Sáenz de Gorbea (Areeta, 1951) por su «larga y perseverante trayectoria en diferentes ámbitos del arte moderno y contemporáneo vasco».