Una plantilla más competitiva
El reto de partidos cada tres días que son a todo o nada
Marcelo Bielsa subrayó tras la final del Calderón la necesidad de la plantilla de crecer en el aspecto competitivo si quiere estar en tres competiciones, una facultad a la que ya se refirió durante la temporada.
Joseba VIVANCO
«Mis jugadores no están acostumbrados a jugar cada tres días». La frase es de José Mourinho. La pronunció en febrero de 2011. «En un mes hemos jugado nueve partidos. Para jugadores que están habituados a hacerlo no es un problema. Pero estos jugadores no están acostumbrados a hacerlo. Hace un par de años largos que el Real Madrid es eliminado en Copa a la primera. Hace seis o siete años que a la primera eliminatoria de Liga de Campeones están fuera también. Son jugadores habituados a jugar un campeonato nada más», lo razonó.
El Athletic de Marcelo Bielsa se ha metido esta histórica temporada nada menos que 63 partidos entre pecho y espalda -récord histórico del club-, y hablamos de jugadores jóvenes y con una más que limitada mentalidad de jugar cada dos o tres días y con el nivel de exigencia que esta campaña ha habido en cada encuentro, por parte del técnico argentino sí, pero también de la propia afición.
El debate sobre el cansancio físico al final ha resultado espurio; otra cosa ha sido el desgaste emocional, evidente en la disputa de las dos finales perdidas, y lógico para una plantilla no habituada al referido nivel de exigencia máxima. Por eso mismo, dentro de los pros y contras que Marcelo Bielsa haya situado a un lado y otro de la balanza antes de decidirse a renovar, seguro que habrá pesado y mucho la capacidad de este equipo, de estos jugadores para competir con la mentalidad de un equipo grande, de un Real Madrid o un Barcelona.
Precisamente, después de aquel irrepetible choque en San Mamés entre rojiblancos y azulgranas, el rosario reveló que dijo a sus hombres: «Admiren lo que pudieron observar a su lado. No pudimos correr más que el Barça y corrimos enormemente. No pudimos correr más porque no había más para correr y el Barça corrió igual que nosotros. Y ellos se ponen así dos veces por semana. No hablo de la calidad ni de las individualidades, sino del espíritu competitivo».
Falló en las dos finales
Ese espíritu es el que Bielsa quiere en sus jugadores y probablemente el que echó en falta en las dos finales, sobre todo en los pesos pesados del vestuario, o en partidos claves como ante el Zaragoza en La Romareda o en aquellos posteriores a las grandes noches europeas.
La misma noche de la final de Copa en el Calderón, el técnico valoró el futuro de esta plantilla cuando afirmó: «Si me guío por las condiciones, por las posibilidades, por la edad, por la composición del plantel, creo que hay margen de crecimiento, pero también evalúo el grado de sobreexigencia de tener que competir... no me refiero al aspecto físico, sino esa dureza que hay que tener para asimilar que cada tres días los partidos son a todo o nada». Y no era la primera vez que Bielsa se refería a este aspecto tan crucial no solo para él, sino para un club que quiere asentarse en la zona noble de la competición y aspira a estar en tres competiciones de una manera más continuida y menos `guadianesca'.
Grandes y pequeños partidos
En abril pasado, días antes de afrontar un partido liguero y con la mirada puesta en las semifinales europeas ante el Sporting de Portugal, el técnico de Rosario se referió a una cuestión similar a preguntas de los periodistas. Entonces, su contestación fue la siguiente. «Hay un indicativo que es la edad del equipo. Supuestamente, la edad de un equipo, cuando es de 23 años, presupone que los jugadores no han jugado la cantidad de partidos importantes que es necesario enfrentar, para que esta pregunta que usted haga pueda ofrecer una respuesta poco más firme. Los jugadores se miden por la capacidad de superar los grandes partidos, y por tomar los partidos que no son tan grandes como si lo fueran. Y para eso hace falta tiempo. Pareciera que la pregunta va dirigida más que nada a la capacidad, que está verificada: son jugadores capaces. La capacidad de un jugador hay que demostrarla. Una cosa es tenerla y otra cosa es poder demostrarla».
Será sin duda una de la asignaturas del Loco en su segundo año en Bilbo, la de sacar el mejor rendimiento de cada uno de sus jugadores, pero también en lo competitivo.
Entrevistado ayer en la Cadena SER, Javi Martínez fue preguntado por si este verano tendría boda o si acudiría a la de algún amigo, a lo que el de Aiegi -que reveló también que en un mes abrirá un restaurante en su localidad natal, al que pondrá el nombre de ``Durbam''- respondió que «yo no me caso (...) tengo Juegos Olímpicos, así que no podría ir». Desliz o no, se empiezan a aclarar los nombres de los rojiblancos que estarán presentes en la cita olímpica de Londres y cuya ausencia supondrá un quebradero de cabeza para la pretemporada de Marcelo Bielsa. Junto al navarro podrían incorporarse a la convocatoria de los JJOO jugadores como Muniain, Ander Herrera y hasta Iturraspe, sin descartar las opciones de San José o Aurtenetxe. La competición olímpica de fútbol arrancará el 27 de julio, con lo que los futbolistas que acudan -lo mismo que Llorente, que estará de vacaciones- no podrán afrontar la primera eliminatoria de Europa League que se juega los días 2 y 9 de agosto. Un serio contratiempo que el técnico argentino deberá suplir con los jugadores disponibles. J.V.
Koikili Lertxundi, a la espera de conocer en qué equipo recalará la próxima temporada tras ser baja en el Athletic, asistirá mañana a la inauguración oficial de la peña en su nombre en su localidad natal, Otxandio. Será a partir de las 19.30 y abierta a todos los que quieran acudir.