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FÚTBOL FEMENINO | Copa

El Athletic se cita con la historia

El equipo rojiblanco disputa por primera vez la final de Copa (11.00, MarcaTV) tras haber eliminado al Barcelona. Le espera el Espanyol, que lidera el palmarés del torneo con cinco títulos y que llega a la cita tras haber superado al Rayo en los penaltis.

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Amaia U. LASAGABASTER

Noventa minutos separan al Athletic de uno de sus mayores sueños. O 120, depende de lo pesado que se ponga el Espanyol, su rival en la final de Copa que, por primera vez, disputa (11.00, MarcaTV) la escuadra bilbaina. Se enfrentan, quién lo diría viendo el palmarés de las vizcainas, un equipo inédito en el torneo y el que ostenta el récord. Cinco títulos tiene el Espanyol que, tras caer en la final del pasado año con el Barcelona, llega con ganas de sacarse la espinita.

Aunque de eso, junto a la perspectiva histórica de la cita, andan sobrados por ambos lados. Porque el cuadro catalán también quiere sacudirse las malas sensaciones que le ha dejado una temporada mucho más irregular de lo habitual, en la que ha quedado apeado de la pelea por el título liguero mucho antes de que habría cabido esperar. Ni siquiera le quedó el consuelo de ejercer de juez, permitiendo al que hoy será su rival neutralizar su desventaja frente al Barcelona; de hecho, acabó encajando un set a manos del cuadro culé, que empeoró aún más el amargo sabor de la campaña. El campeón de Liga también daba nombre a la espinita del Athletic que, por culpa de las blaugranas, no obtuvo recompensa a una temporada espectacular. El viernes se la arrancó de cuajo, eliminando al Barcelona en un gran encuentro -el hecho de que el equipo de Xavi Llorens, por primera vez esta campaña, fuera incapaz de marcar un gol, da buena fe de ello-. Ahora intentará hacer lo propio con una aún mayor, la que año tras año le impide alzarse con la Copa.

Sin tiempo

Lo curioso es que el premio de la clasificación para la final encierra también su peligro. Y es que las rojiblancas corren el riesgo de pensar que lo más difícil ya está hecho. Un error que resultaría letal. De ahí que Juan Luis Fuentes reconociera ayer que «fundamentalmente nuestra labor entre un partido y otro está encaminado a eso. Además de que supone poder disputar la final, el triunfo frente al Barcelona también tiene su lado bueno en el plano anímico, porque nos produjo una gran satisfacción y nos dio mucha confianza. Pero, efectivamente, siempre existe ese riesgo de malinterpretarlo y dejarse llevar por lo de la `final anticipada'».

Incluso era «difícil concentrarse» en el entrenamiento que realizaron las rojiblancas a mediodía en Madrid «tras el subidón de ayer. Es el día antes de una final, pero también es el día después de haber ganado al Barcelona, así que se hace un poco complicado compaginar las dos cosas». Pero el míster no tiene «ni la más mínima duda. No habrá excesos de confianza, las jugadoras estarán mentalizadas y concentradas y volverán a ofrecer el cien por cien».

No es la única dificultad a la que hay que hacer frente. Como declara Fuentes, «el formato, con dos partidos tan seguidos, no es bueno, lo hace complicado -explica Fuentes-. Y no es como en Liga, que no todos los partidos tienen la misma exigencia. Aquí estamos los que hemos sido los cuatro mejores equipos de la temporada, con lo que todos los partidos son durísimos, más aún teniendo en cuenta que te lo juegas todo en noventa minutos. Eso añade tensión, que también desgasta mucho. Que no se entienda como la venda antes de la herida -advierte Fuentes- porque eso es igual para todos».

Es más. Lo probable es que el Espanyol llegue algo más tocado, teniendo en cuenta que el viernes jugó dos horas después que las bilbainas y que tras empatar a uno con el Rayo en el tiempo reglamentario -Natalia adelantó a las madrileñas en el 27 y Mary Paz empató casi de inmediato-, necesitó prórroga y penaltis para hacerse con el billete para la final. «Es un pequeño hándicap para ellas», admite Fuentes, «aunque no creo que vaya a resultar determinante de inicio. Sí se puede notar si el partido llega muy disputado hasta el final. Si no se resuelve, el estado de las fuerzas se irá notando más. Habrá que tener en cuenta el factor banquillo, habrá que manejar muy buen los esfuerzos y el banquillo», explica el entrenador rojiblanco, que podrá contar con todas las jugadoras que viajaron a Madrid. Incluyendo Amaia Olabarrieta, pese al golpe que sufrió el pasado fin de semana y el espectacular despliegue que tuvo que realizar frente al Barcelona. Lo más probable es que repita en el once titular que, de hecho, podría ser el mismo que el del viernes, aunque Nekane también puede tener opciones de entrar.

Desgaste físico, refuerzo mental

Tampoco se esperan demasiados cambios en la formación periquita, donde se reconocen preocupados ante la factura que pueda pasar la durísima semifinal frente al Rayo. «Fue un partido largo, en el que hubo mucho desgaste físico», recordaba Luis Carrión.

Aunque las piernas no lo son todo. «Mentalmente las jugadoras salen reforzadas por la victoria -subraya el técnico espanyolista-. Además, es una final y no es fácil optar a un título, así que a nivel de motivación tampoco hay problemas».

Sí lo hay en lo que respecta al rival, que pondrá las cosas muy difíciles. «Es un gran equipo -asume Carrión-. Ha estado toda la temporada luchando por el título y ahora ha eliminado al Barcelona, que, para muchos, era el gran favorito también en la Copa. Es un conjunto con muy buenas jugadoras, que tiene una estructura muy sólida y que será difícil de batir».

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